VALLADOLID, Yucatán, 3 de mayo.- Otro de los sacerdotes que han estado en esta ciudad como Vicario es José Ricardo Cuytún Canché, hoy párroco de la comunidad de Chacsinkín-Tixméhuac,.
En entrevista vía telefónica habló acerca de la pandemia que se está viviendo en estos días, esto fue lo que dijo: “Esto de la pandemia es una situación muy difícil, ahora ya que es un problema que afecta a todo el mundo, no sólo un lugar, no es como los efectos de un huracán, un terremoto o una epidemia que afecta sólo a un lugar o algunos lugares.
“Esto afecta a todo el mundo, por lo que no puede haber ayuda de un país a otros, sino que esa ayuda tiene que ser del mismo lugar donde está afectando.
“Por lo que la gente en estos días está requiriendo de mucha ayuda, principalmente para los que menos tienen, los pobres, los ancianitos, los enfermos de alguna enfermedad crónica como la diabetes, el cáncer, del corazón, etc.
También hay que decir que hemos afectado demasiado a este mundo, no hemos cuidado al medio ecológico-ambiente, no cuidamos el agua, quemamos basura a la intemperie y así tanto daño que le hemos estado ocasionando al planeta de hace muchos años de cierta manera estas son las consecuencias.
“Sin embargo, en estos momentos de este Coronavirus hemos notado también la solidaridad de nuestros hermanos, muchos regalan despensas, comidas, muchos sacrifican sus ganados y cerdos y reparten la carne para la gente necesitada.
“Nosotros los sacerdotes nos encontramos tristes porque no hay las misas como deben de ser, no se imagina uno a un sacerdote sin feligreses en su misa, asimismo feligreses sin su sacerdote, como que no hay ese complemento.
“Sin embargo, estamos cumpliendo con las autoridades con las medidas de seguridad y protección hacia nosotros. En estos momentos se están buscando formas de continuar la labor de la Iglesia de distintas maneras.
“Por ejemplo, en esta comunidad donde estoy he notado que en los hogares los padres de familia se reúnen con su familia a leer la Biblia, hacer sus oraciones, hacer de cierta manera pequeñas misas en sus hogares.
“Yo por mi parte les mando pequeñas partes del Evangelio a sus celulares, así como partes de la misa en video. Durante las misas que hacemos sólo con tres o cuatro personas allegadas a la iglesia siempre pedimos a Dios que pronto termine esto para que todo regrese a su normalidad.
“Añoramos a la feligresía en el templo, de oír sus voces al contestar la misa, los cantos que acompañan las celebraciones; finalmente, les pido que se cuiden para que pronto acabe esto, como dice el dicho ‘con el mazo dando y a Dios pidiendo’ o el otro que dice ‘cuídate que yo te cuidaré’.
“Esto quiere decir que hay que hacer caso de las indicaciones de las autoridades de gobierno y de salud”, finalizó diciendo el religioso.
(Manuel Vázquez Rivero)