El cierre temporal del Rastro de Mérida afectará a los carniceros de los mercados de los barrios, pues ellos se surten en ese centro de abasto.
Juan Cetina, quien se dedica a este oficio desde hace más de 35 años en el mercado de Santa Ana, dijo que a él sí le afecta, pues ahora tendrá que comprar en Kekén o en los rastros de Progreso, Motul o Kanasín, lo que representa más gastos.
Expresó que, si bien Kekén y los rastros citados venden carne de calidad, mucha gente prefiere la carne fresca, recién beneficiada.
Señaló que la desventaja de comprar el producto en sitios diferentes al Rastro meridano es que el precio siempre cambia, casi siempre al alza.
–Las personas que acuden al mercado lo hacen porque tienen menor poder adquisitivo o bien porque tienen a su marchante que los “consiente” y surte sus pedidos como ellos desean, con carne selecccionada, grasa, huesos, etc.
Por su parte, el propietario de la carnicería “Don Luis” mencionó que él se abastece en el rastro de Umán, por lo que el cierre del de Mérida no afectará su negocio.
En puestos de cochinita, tacos y cocinas económicas, los dueños de esos negocios dijeron que tampoco les afectará el cierre del Rastro de esta capital, pues ellos se surten en Kekén o en supermercados.
(Elena Gómez)