La pandemia del COVID-19, ocasionó la suspensión de esta importante festividad religiosa, segunda en importancia en la comunidad / La comunidad religiosa esperará con paciencia que todo esto termine y vengan nuevos tiempos
HUNUCMA, Yucatán, 10 de junio.- Durante el mes de junio de cada año, se celebra con tradición y alegría, destacando la fe religiosa del pueblo, la fiesta de Corpus Christi, en la que se expone al Santísimo Sacramento, se cuelgan ofrendas en una enramada, se queman toros de fuego y se organizan bailes populares.
Como se sabe, la pandemia del COVID-19 ocasionó la suspensión de esta importante festividad religiosa, segunda en importancia en la comunidad, y mientras esto sucede, la comunidad religiosa le apuesta a esperar con paciencia que todo esto termine y que vengan nuevos tiempos, con esperanza de vida.
No cabe duda que durante esta festividad, uno de los atractivos para la gente y las familias es el torito que cada noche se quema frente a la Iglesia de San Francisco de Asís. El primero corresponde a la promesa de los vecinos que viven por la glorieta de las 5 calles. Desde hace algunos años atrás, se había vuelto costumbre que con una batucada, edecanes y una botarga, se lleve rodando la figura del torito de yeso desde ese suburbio y otros más, para quemarlo frente a la Iglesia y después efectuar un baile popular.
Hace un año precisamente, las autoridades tomaron toda clase de precauciones durante la quema del torito, debido a un incidente en un gremio de la fiesta anual de la Virgen –donde hubo lesionados por el estallido de voladores–, para que nadie saliera lastimado cuando del lomo del “animal de fuego” se desprendieran los barrepiés, bombitas y petardos.
Carlos Rafael Canul Canul, cuya familia siempre ha llevado sus ofrendas a colgar a la enramada que se instala en los alrededores del templo católico, habló de la importancia de preservar esta tradición, que en este año se suspendió por el Coronavirus. Dueño de una alquiladora de mobiliario para eventos sociales, Carlos Rafael aprovecha para comentar al reportero que también ha tenido problemas económicos, al suspenderse las fiestas de bodas, quince años, bautizos, y demás.
“Es importante que no decaiga el ánimo de la gente, que siempre piensen en conservar nuestras tradiciones, tomando en cuenta que en esta ciudad, la fiesta de Corpus es muy importante, pues se trata de uno de los lugares donde se celebra con mucha participación”, dijo.
Jesús Heredia Maldonado, un joven católico que canta en el coro de la Iglesia, comentó que la suspensión de la fiesta de Corpus tuvo que suspenderse por la salud de la ciudadanía. Dijo que al igual que durante las actividades de Semana Santa, la gente se quedó en casa. “Hunucmá es uno de los lugares donde se celebra con mucha fe esta tradición religiosa, donde, este año, se realizará en predios particulares”, dijo. Resaltó la importancia del recorrido que hará el Santísimo por calles de la comunidad, al apuntar que la eucaristía es el centro de nuestra fe.
“La unión y salud de las familias es lo que más importa en estos momentos. Hay necesidad de Dios y de Iglesia, pero tengamos en cuenta que habrá más tiempo, si todos nos cuidamos. Valorar la salud humana, hoy en día, es lo que más cuenta”, pronunció.
Adelantó que al igual que con la fiesta de Corpus, con seguridad habrá cambios durante los festejos de la Virgen de Guadalupe y durante la fiesta anual que se celebra en febrero próximo. “Esperemos en Dios que no suceda, pero también pidamos a Dios por que esta pesadilla termine”, abundó.
Otro de los entrevistados, Francisco Guadalupe Canul Canul, el popular “Panchito Leviza”, quien desde hace casi un siglo celebra con sus familiares la quema de “La Boxita”, otra de las antiguas tradiciones de Corpus, dijo que le causó tristeza enterarse de la suspensión de la festividad anual que por décadas da alegría a su celebración. Recordó que sus tíos y primos, por muchos años, han sido los encargados de ir al monte a cortar las ramas para la estructura de la enramada; y que su mamá y sus tías son las encargadas de la comida, mientras los demás miembros llevan las ofrendas que cuelgan en maderos adornados con vistosos papeles de colores.
“Panchito Leviza” ha sido por muchos años el encargado de la vestimenta y quema de “La Boxita”, que se realiza un domingo por la mañana durante las festividades, al terminar la misa. El informante dijo que confía en que la pandemia pasará pronto y que el próximo año, fecha en que cumple su primer centenario, la quema de “La Boxita” se celebrará con mucha animación.
Las festividades de Corpus en Hunucmá duran una semana, aunque la quema de los toritos de fuego se prolonga durante varios días más. Desde la tarde del primer miércoles de la festividad, se inicia la colocación de ofrendas en la estructura de palos y techo de palmas de guano, que se ubica al frente y en los costados norte y sur del templo católico. Ahí se llevan frutas de la época, tales como mango, plátano, naranja dulce, guayas, sandía, granadas, mazorcas de maíz, botellitas de miel, así como los tradicionales “xux” de avispas ya secos, animales como iguanas, ardillas, además de aves, etc. Lo mismo se acostumbra colgar artesanías que se fabrican en la comunidad, así como otros adornos y objetos que llaman la atención de los visitantes.
Antes de iniciar con los fuegos pirotécnicos, que cientos de personas esperan en el atrio parroquial, el Pbro. Javier Jesús Castillo Domínguez, como parte de la festividad religiosa, encabeza la exposición del Santísimo Sacramento, durante la procesión en el interior de la enramada.
(Ramón Reyna Fernández)