Jubilados y pensionados de Pemex llevaron a cabo ayer una huelga de hambre de 11 horas frente al Consulado norteamericano con el fin de que las autoridades de los tres niveles de gobierno presionen a Petróleos Mexicanos (Pemex) para que solucione de manera definitiva el problema del esquema de salud completa en Yucatán.
De 8 a.m. hasta las 19 horas, amarraron unas sogas para cortar la circulación de la calle 60 Norte, lo que provocó un caos vial por la zona.
Desde hace ya varios años que los jubilados y pensionados de Pemex han denunciado el calvario de no contar con un hospital o clínica donde se les presten todos los servicios, como funcionan el ISSSTE o el IMSS.
Petróleos Mexicanos suscribió un contrato con la red hospitalaria MAC para la atención y servicio en toda la República, con servicios de primer nivel de atención, como medicina general, ginecología, pediatría, traumatología, odontología, medicina interna, estudios de laboratorio y gabinete, servicios de hemodiálisis y servicios de hospitalización.
Pero como en Yucatán no hay ningún hospital MAC, se dejaron de prestar estos servicios, no obstante que muchos derechohabientes jubilados y pensionados padecen enfermedades crónico-degenerativas, entre otras.
Burlados
Ante la falta de esta prestación, los jubilados y pensionados exigieron este servicio con un plantón y les prometieron atención en una clínica particular, pero la red MAC sólo rentó una casa particular con un doctor para la atención de primer nivel, sin equipo médico y sin medicinas.
Al sentirse burlados por la red hospitalaria y por Pemex, decidieron manifestarse nuevamente en la terminal de despacho de combustible de esa paraestatal que se ubica en la carretera a Umán y, posteriormente, en la terminal de despacho de combustible de Progreso.
Con la protesta lograron que la red hospitalaria MAC suscribiera un convenio de atención con el Centro de Especialidades Médicas (CEM) para que prestara el servicio, pero ante la falta de pago de Petróleos Mexicanos, los derechohabientes tendrían que poner de su bolsillo para recibir atención.
Ayer jueves, la familia Domínguez Ledesma pidió apoyo de los compañeros del Grupo Peninsular Petrolero “Luchando por mi salud” para que acudieran al CEM a fin de exigir que atendieran a su madre Marisol Ledesma Villalobos, jubilada de Pemex, que se encontraba internada por COVID y que por la falta de pago de Pemex la clínica había solicitado a los familiares pagar la atención o bien trasladarla a un hospital de Ciudad del Carmen.
Los familiares de la paciente, muy consternados, informaron que en días anteriores su padre Jesús Alberto Domínguez Salomón había fallecido dos horas después de su traslado a Ciudad del Carmen, porque en el trayecto la ambulancia carecía de los medicamentos y atención adecuados para trasladar a una persona con síntoma grave de la enfermedad.
Gracias a la oportuna presión del Grupo Peninsular Petrolero, algunos de cuyos integrantes se colocaron a las afueras del hospital, lograron que la paciente internada fuera trasladada con todas las medidas de seguridad al Hospital Regional del ISSSTE para su atención gratuita.
Don Servio Rosado Aparicio, integrante del grupo, manifestó que este hecho fue la gota que derramó el vaso y que, desde este momento, comenzarían una huelga de hambre frente a las instalaciones del Consulado norteamericano para exigir el cumplimiento de su derecho a la atención médica; denunciaron corrupción entre el contratista, funcionarios responsables del servicio de subrogado y el coordinador nacional; en particular citaron los nombres de los Dres. Pedro Chaides, Atenea Sánchez Salazar y Antonio Quintana.
(Melly Manzanero)