“El agua nos subió rápidamente y rápido ya había subido como a más de un metro y mucha gente tuvo que venir para ayudarnos, porque de por sí no tenemos nada, pero íbamos a perder nuestra casa, unos pocos trastes, las hamacas, nuestra poca ropa”, narró ayer el campesino Macario Ek Ek, poblador del municipio de Tahdziú.
El terreno donde habita se encuentra en la parte baja del municipio, en la esquina de la calle 9 por 18, donde habitan otras dos familias junto con la suya. En días pasados, el lugar se inundó por completo debido a las lluvias que trajo la tormenta tropical “Cristóbal”, a tal grado que con la ayuda de la gente se tuvo que abrir una zanja en la calle para que el agua saliera hacia una alcantarilla que tiene un pozo receptor.
Demetrio Valle Canté, habitante de Tahdziú y pequeño productor que ayer acompañó a los reporteros en el recorrido por el municipio, narró que el lugar se inundó de forma terrible y que mucha gente tuvo que llegar para poder ayudar a las familias del lugar, que son muy pobres y estaban en riesgo de perder lo poco que tienen.
En el terreno en cuestión se encuentran tres viviendas, la tradicional casa maya, pero se miran severamente afectadas, algunas de lado y casi a punto de derrumbarse, pues el agua ablandó el material de los muros. En el interior de las viviendas no hay mucho, algunos trastes en la casa que sirve de cocina y algunas hamacas en las otras, nada más. Macario mostró que el agua subió a una altura de un metro y tardó en bajar casi dos días y así tuvieron que habitar las chozas. Hoy el agua ha bajado, pero las viviendas se ven seriamente afectadas, por lo que pidió que se le brinde ayuda para poder repararlas.
Se hundió
La señora Lucila Monte mostró su humilde cocina y unas cuantas ollas. Con la mano indicó cuánto subió el agua y que sus trastes quedaron flotando. Dijo que, además, su casa como que se hundió porque se movió toda con la gran cantidad de agua que se quedó estancada.
Comentaron que en alguna ocasión les han dado algún tipo de apoyo, pero no les entregan a todos, sino sólo a una persona, lo cual es un problema.
Comentaron que ojalá que los recursos que lleguen del Fondo Nacional de Desastres sirvan para reparar las viviendas porque, como éstas, muchas otras casas de paja o guano resultaron con daños mayores.
“Esta casa se desplomó, ya está de lado porque se ensuavizó (sic) y se podría caer y afectarnos a todos porque es donde dormimos”, señaló Macario.
De acuerdo con Pedro Yah Sabido, alcalde de Tahdziú, al menos unas 20 viviendas tradicionales, de paja o huano, sufrieron afectaciones por las intensas lluvias e inundaciones de la tormenta tropical “Cristóbal” y están a la espera de saber si llegarán recursos para poder ayudar a la gente damnificada.
(David Rico)