La tormenta tropical “Cristóbal” causó daños en el 80% de las aproximadamente 2,500 hectáreas de cultivos citrícolas de Ticul, de las que dependen dos mil ejidatarios, la mayoría en la comisaría de Yotholín.
A casi dos semanas del paso del fenómeno meteorológico, extensas superficies de las plantaciones aún siguen inundadas, tal como se pudo constatar ayer en un recorrido efectuado por los reporteros de POR ESTO!, acompañados por el comisario municipal Gregorio Contreras Celis.
Las intensas lluvias dañaron también varias calles de la comisaría, pues se desprendió la carpeta asfáltica; también ocasionaron la ruptura del camino de acceso a la unidad citrícola “Tok”, lo que impide el paso de los productores a las 58 hectáreas para poder darle el mantenimiento y rescatar en su caso algunas plantaciones.
El corte de este camino luce espectacular debido a que la estructura compactada se rompió en unos ocho metros de longitud y ocasionó una hondonada de aproximadamente tres metros, lo que dejó al descubierto los ductos de desagüe que se tenían instalados en forma transversal.
Indicó que urge la reparación de este acceso para que los productores puedan llegar hasta sus parcelas y no sólo para evaluar los daños reales, sino también para tratar de rescatar todo lo que sea posible.
Añadió que hasta donde sabe, personal del Gobierno del Estado, a través del INCAY, ya acudieron a realizar la evaluación de los daños con la intención de reparar ese acceso en el menor tiempo posible.
Aguacate y pitahayas también
El comisario Contreras Celis sostuvo que en total se dañaron en la localidad 50 unidades agrícolas de a 50 hectáreas cada una. Agregó que el 80 por ciento de la producción se perderá debido a que los frutos se pudrirán y muchas plantas también morirán por el acumulamiento de agua en las raíces.
Aunque la mayor parte de las superficies dañadas son citrícolas, también hay áreas con sembradíos de aguacate y pitahaya en plena etapa de producción.
Consideró que es urgente que las autoridades apoyen a los productores con fertilizantes para rescatar las plantas que se puedan salvar, fungicidas para frenar las plagas que surgirán y también con injertos para sustituir a los árboles que se pudrirán.
En el recorrido por la unidad “Sabankín” se observaron cientos de plantas aún dentro del agua y, según el comisario, poco más de tres hectáreas se encuentran en esas condiciones tan sólo en esa zona.
En cuanto a la producción perdida, expuso que es difícil de cuantificar, pero como ejemplo indicó que tan sólo en una hectárea se pueden cosechar cinco mil huacales por temporada. Al año se logran dos temporadas de toronja, limones y “chinas”.
Las casas
Respecto a las secuelas que la tormenta dejó en el poblado se enlistan 65 viviendas que se dañaron en techos, paredes y pisos, así como muebles y ropas que se echaron a perder al quedarse bajo agua.
En algunas partes de la comunidad el nivel del agua superó el metro de altura, como en la casa de la señora María Cristina Cetina Pinto, cuya pared de barro se deslavó por completo por el volumen de agua que se acumuló.
Relató que el día más crítico fue el jueves por la noche, cuando se destruyeron las paredes de su humilde vivienda y entró el agua al interior, lo que la obligó a refugiarse en casa de su suegra junto con su esposo y sus dos hijos, uno de siete años y otro de dos.
Expuso que hasta elementos de la Guardia Nacional tuvieron que intervenir para auxiliarla y sacar las pertenencias que se pudieron salvar.
Mostró también a los reporteros las colchas y camas que quedaron totalmente inservibles, así como una carriola y demás enseres domésticos.
Se gestionan apoyos
Las autoridades de la localidad la apoyaron con un fardo de cartón para que momentáneamente cubriera parte de la pared de su casa con el fin de que volviera a habitarla, en tanto accede a algún tipo de apoyo mayor y más seguro.
De hecho, el Ayuntamiento de Ticul informó que gestiona un paquete de ayuda para las 125 viviendas que se afectaron en todo el municipio, incluidas las 65 de Yotholín, lo que sería con recursos municipales y estatales, ya que el Fondo Nacional de Desastres Naturales no incluye apoyos para vivienda.
En la misma comisaría, varias calles resultaron con la carpeta asfáltica destrozada, como sucedió en todo el tramo de las calles 24 y 27, en cuyo cruce la fuerza del agua derrumbó y arrastró la barda de una casa.
Con información de Rafael Mis Cobá.Por: Redacción Digital Por Esto!