Yucatán

Hipertensos, los que más fallecen por COVID-19

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) resalta que la hipertensión arterial es una enfermedad crónica en la que aumenta la presión con la que el corazón bombea sangre a las arterias para que circule por todo el cuerpo.

Añade que el sobrepeso y la obesidad pueden aumentar la presión arterial, subir los niveles de glucosa en la sangre, colesterol, triglicéridos y ácido úrico, lo que dificulta que la sangre fluya por el organismo.

La institución apunta que la mayoría de las personas que padecen de hipertensión arterial no lo saben, porque no tienen ningún síntoma, pero hay quien puede presentar dolor de cabeza intenso, mareo, zumbido de oídos, sensación de ver lucecitas, visión borrosa, dolor en el pecho y/o lumbar y tobillos hinchados.

A nivel mundial se estima que existen más de mil millones de personas con hipertensión. En México, se habla de 30 millones y el IMSS atiende a unas 6 millones de personas que acuden periódicamente a la consulta externa de Medicina Familiar para tratarse.

Hipertensión y COVID-19

En los certificados de muerte por COVID-19 figura de manera prominente la hipertensión como una de las complicaciones médicas agravadas por el coronavirus con desenlace fatal; los fallecidos, además de esta enfermedad, tienen otras asociadas, como lo son diabetes, obesidad, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), cardiacas, insuficiencias renales crónicas (IRC), hemáticas, tabaquismo, inmunosupresión, enfermedades respiratorias –asmas–, neuropatías, cirrosis y tumores.

Durante estos 90 días de la pandemia por COVID, se han registrado 309 personas fallecidas a causa del coronavirus, de las cuales 40 han sido en abril, 172 en mayo y hasta ayer lunes 15 de junio se habían registrado 97 muertes.

De los fallecidos, más de 200 tenían de 65 a 80 años de edad; los restantes tenían 56 años o menos.

Aunque mucho se ha señalado la condición vulnerable de los adultos mayores, el 3 de abril de este año quedó en evidencia que el COVID cobra vidas de manera indistinta; la ola de víctimas arrancó en Yucatán con una persona de 36 años.

Los fallecidos, más del 60% habitaban en el interior del Estado y el 40% en la capital yucateca, incluidos dos quintanarroenses, tres campechanos, dos de la Ciudad de México, uno de Tabasco y un canadiense avecindado en el puerto de Progreso.

La Región Centro, integrada por Mérida, Izamal, Seyé Tixpéhual, Homún, Hoctún, Conkal y Baca, ha registrado poco más del 50% de fallecidos; le sigue la Región Poniente, integrada por Calcehtok, Chocholá, Kopomá, Halachó, Samahil, Hunucmá, Maxcanú, Umán, Tetiz y Hocabá, con el 25%; la Región Sur, conformada por Kanasín, Peto, Huhí, Acanceh, Maní, Tixméhuac, Tecoh, Motul, Tekax, Oxkutzcab, Ticul, Chapap y Muna, con el 20% y la Región Norte, a la que pertenecen Progreso y Chicxulub Pueblo, con un 5%.

Mantener prevención

La Secretaría de Salud del Estado y el Gobierno del Estado señalan que las medidas de prevención ya conocidas se mantengan en el hogar, en el lugar de trabajo y en los espacios públicos para reducir el número contagios y, por ende, de potenciales muertes.

A nivel nacional aún no alcanzamos el pico más alto de contagios, por lo que es importante que las personas, especialmente las que padecen enfermedades crónico-degenerativas, permanezcan el mayor tiempo posible en sus hogares para que no se expongan.

(Melly Manzanero)