Con la reanudación parcial de las actividades productivas reaparecieron por las calles de Mérida los vendedores ambulantes, quienes ahora ofrecen cubre-bocas en el marco de la pandemia de COVID-19.
Para pregonar su producto recorren durante muchas horas el centro histórico o bien se ubican unos momentos en alguna esquina en espera de potenciales clientes.
La mayoría no saca siquiera para una comida digna al día pero persisten en su afán de no darse por vencidos.
Foto y texto de Víctor Gijón)