Confeccionan cubrebocas artesanales
KIMBILÁ, Izamal, Yuc., 17 de junio.- El trabajo artesanal en esta comisaría, donde se confeccionan cientos de modelos de prendas de vestir, aún no se levanta, pero los ciudadanos fueron más inteligentes y se adaptaron a la forma de vida tras la contingencia y empezaron a fabricar cubrebocas artesanales, en los cuales bordan desde animales, flores, frutos, plantas, entre otros modelos.
En un recorrido que se realizó en esta comunidad se pudo visitar a empresas, microempresas y negocios familiares que se dedican al bordado. El sondeo fue para dar a conocer la situación laboral, económica y de cómo saldrán adelante tras la contingencia que ha durado unos tres meses.
Al respecto, el empresario y artesano William Enrique May May, dueño de la tienda “Kike”, en la visita a su negocio amablemente nos platicó sobre la situación que está pasando.
“Desde que cerré las puertas la costura se acabó, y me afectó mucho, tanto a mí como a mis empleados, pero yo no despedí a la gente que me trabaja, los apoyo económicamente con lo que yo pueda, pues no podía dejarlos nada más así, ellos son mi gente que me trabaja y gracias a Dios ellos se mantienen conmigo y tengo que apoyarlos. Hoy es el primer día que estoy abriendo, antes trabajábamos de lunes a sábado y con las nuevas medidas sanitarias sólo vamos a trabajar tres días a la semana, turnando al personal para que ellos tampoco salgan afectados.
“Lo que hemos estado elaborando son cubre-bocas bordados y hacemos diferentes modelos, como flores, animales, plantas, entre otros, y eso es lo que nos ayuda para cubrir los gastos; tenemos que aguantarnos y esperamos que normalice para que todo vuelva a ser normal”, señaló.
Por su parte, don Felipe Neri May Chan, comentó: “Cuando inició la contingencia cerramos ya no hubo más costuras porque varios lugares me cancelaron los pedidos, pues los entiendo porque esto fue en todo el país, a mis trabajadores los descansé y los apoyé con paquetes de mercancía, pues no hay dinero para sostenerlos. Ahora yo trabajo solo, hacemos cubre-bocas bordados, y además lo hago para no fastidiarme, ya me acostumbré a trabajar y ya son tres meses que no hay nada tengo que buscar qué hacer. Mi esposa pinta la tela para cortar y yo las costuro y las bordo”, relató.
“Nosotros tenemos un lema, ‘si no te adaptas a lo que se necesita te mueres de hambre’, y eso nos hace trabajar con más ganas, es decir, que si la contingencia te frena un trabajo y te demanda otra cosa, como los cubre-bocas, nosotros tenemos que elaborarlos para no quedarnos sin hacer nada y tener una entrada. Hoy la contingencia nos pide cubre-bocas y eso es lo que estamos haciendo para generar dinero.
Asimismo doña Miriam May Uitz, con 35 años de experiencia, dijo que apenas están retomando este trabajo.
“Esperamos que la gente nuevamente llegue a visitarnos para que compren de nuestras prendas que confeccionamos con matices que nos identifican como Estado, porque dependemos del turismo y este es el único trabajo que tenemos, ahora estamos fabricando cubre-brocas con estampados y bordados, y eso nos está ayudando.
“Quiero recalcar algo, son tres meses de contingencia pero Dios no nos ha abandonado, Él siempre nos ayuda porque a pesar de la contingencia habían algunas personas que llegaban a comprar prendas de vestir y eso es gracias a Dios, y hoy que retomamos nuestro trabajo seguiremos haciendo un buen trabajo para que los clientes se lleven bonitos modelos de las prendas de vestir”, culminó.
(Texto y fotos: David Collí)