Los cigarros electrónicos, que salieron a la venta hace una década, han capturado la atención de muchas personas, sobre todo de niños y jóvenes, no obstante que son una puerta abierta a sustancias tóxicas, afirmó ayer el Dr. Carlos René González Alvarez, representante de la asociación Comunidad, Diálogo y Conciencia (Codice).
Dijo que los comerciantes venden la idea de que al vapear el tabaco no te causa cáncer porque no tiene nicotina, pero para crear el humo se utilizan metales duros, alcohol, formol y solventes, que dañan rápidamente el sistema respiratorio.
Las empresas tabacaleras han diseñado cigarros electrónicos del tamaño de una pluma o de un celular, al que añaden tabaco y esencias frutales para hacerlos más atractivos.
Mecanismo simple
El mecanismo del cigarro electrónico es simple: se coloca el cartucho donde viene el tabaco, con una batería se calienta y por medio de la combustión de los alcoholes y metales se produce el vapor.
“Cuando los niños y jóvenes comienzan a vapear, se abre una puerta a que más adelante continúen fumando tabaco o usando otras drogas”, dijo.
Estos cigarros electrónicos, aunque en nuestro país son ilegales, las empresas tabacaleras los utilizan para duplicar sus ganancias, pues siguen vendiendo los cigarrillos tradicionales.
Nuestro entrevistado considera que, aunque los vapeadores se proponen como una alternativa para dejar de fumar, la realidad es que solamente se cambia el método, pero no se deja la adicción.
Para superar la adicción a la nicotina se necesita mucha fuerza de voluntad y que la persona realmente tenga las ganas de salir del vicio; de nada sirve que creen lugares libres de humo de cigarro y de vapor si la gente, en especial los más jóvenes, no valoran su vida ni su salud, concluyó.
(Melly Manzanero)