Yucatán

Largas horas de espera de pignorantes

PROGRESO, Yucatán, 23 de junio.- Clientes de una casa de empeños ubicada bajo Los Portales del centro de la ciudad se quejan de las horas que tienen que esperar y el cobro de los intereses del tiempo que estuvo cerrada durante la contingencia.

Debido a que los hacen esperar varias horas a pesar de la pandemia y sin respetar las normas sanitarias de distancia, los primeros recipiendarios acuden desde las 4:00 horas para poder pagar sus refrendos.

Estela Caamal, Sonia Parra, Isabel Castillo, y Manuela Paat, entre otras, dieron a conocer que esta casa de empeños actúa con alevosía y ventaja, aprovechándose de la necesidad de los que acudieron a realizar empeños de alhajas, debido a que esta casa de empeños sólo acepta prendas de oro.

Las quejosas dieron a conocer al POR ESTO! que el cierre de la casa de empeños se dio al inicio de la pandemia, antes que las autoridades municipales decretaran el cierre. Nadie dio aviso los afectados, que son varios, llamaban a los teléfonos de la boleta, donde se les informaba que debido a la pandemia se vieron en la necesidad de cerrar pero les ofrecían que no les cobrarían los meses de marzo, abril y mayo, debido a que no había forma de realizar el pago correspondiente de los intereses generados en este periodo.

La casa de empeños comenzó a operar la semana pasada, sin avisar a los refrendarios; al percatarse de su funcionalidad comenzaron acudir a refrendar sus boletas, debido a que tenían la esperanza que se les condonen los intereses de los meses que estuvieron cerrados.

Sin embargo, esto no sucedió porque, según las quejosas, les cobran los meses mencionados con los respectivos recargos moratorios; además que comienzan atender a las personas en horario de 8 a 17 horas y al principio se daban fichas, 50 al día, que no lograban cubrirse porque sólo funcionaban dos cajas de las tres que operan de manera normal.

Las filas eran largas, sin cuidar las normas de la distancia, además que los vigilantes les exigían de manera prepotente que la fila fuera en dirección hacia el Oriente, donde les da el sol a los clientes.

Las quejas eran de manera frecuente, sin que nadie de la casa de empeños tome su sentir de lo que sucede, solo tenían contacto con los guardias de seguridad privada.

Las filas de a diario se hacen largas y el tiempo de las amas de casa, entre estas personas de la tercera edad, esperaban más de tres horas para ser atendidas, como se mencionó, a través de fichas.

Este lunes, el corresponsal ante las numerosas quejas, buscó platicar con la responsable del establecimiento; sin embargo, no respondió ninguna pregunta e ingresó de nuevo al local.

(Julio Jiménez Mendoza)