La Secretaría de Salud informó que los propietarios de los 37 establecimientos que han sido clausurados hasta ahora por no respetar las normas de sanidad, tendrán que registrarse para obtener el certificado correspondiente y pagar una multa a fin de poder reanudar sus actividades.
Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Restaurante y Alimentos Condimentados (Canirac), Roberto G. Cantón Borras, dijo que las clausuras de los últimos días de algunos comercios y restaurantes se deben en gran parte a la desinformación que hay en estas empresas en cuanto a las medidas sanitarias y restricciones en la operación establecidas por la autoridad.
Dijo que la Canirac ha impulsado la reapertura responsable mediante la comunicación constante con sus afiliados y algunos otros restaurantes que se han acercado a la organización.
Recordó que la semana pasada efectuó dos webinars de capacitación y se ha compartido el Protocolo de Reapertura para Restaurantes, así como la liga para el registro de estas empresas previo a su reactivación. Reiterando la invitación a todos los restaurantes para que se acerquen a la Cámara y evitar que los sorprendan en alguna falta, producto de la desinformación.
Aglomeraciones
En tanto que la Secretaría de Salud informó que los empresarios sí están enterados de lo que tenían que hacer y no lo hicieron, por el contrario, en varios establecimientos había aglomeración de personas y por eso fueron clausurados.
La dependencia aclaró que para poder abrir deben corregir las irregularidades que fueron asentadas en las respectivas actas y pagar una multa, como se indica en los sellos de clausura, y una vez que cumplan esperar la autorización de reapertura.
Por cierto, durante un recorrido por el rumbo de la carretera a Valladolid se observó que el restaurante“La Tía” y uno que está un poco más adelante, fueron cerrados porque había muchos choferes de camiones de carga en su interior, superando la cantidad de personas permitidas, lo mismo en el restaurante “Mr. Pampas”, especializado en venta de platillos argentinos, así como el Hotel San Clemente y Maracaibo.
Por Víctor Lara Martínez