El autor de “Los Tres Mosqueteros”, Alejandro Dumas padre, siempre anduvo bruja, sin dinero, inventaba embustes para conseguir plata. Un día se encontró con su amigo el poeta Alphonse de Lamartine, quien le dijo:
–La verdad es que eres el rey de los embusteros.
–Y otra verdad –contestó Dumas– es que tú eres el más cercano pretendiente al trono.