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TIZIMIN, Yucatán, 3 de junio.- Margelly Martín Díaz, quien dio positivo a COVID-19 y está en cuarentena, publicó en su cuenta de Facebook lo duro que es lidiar con esta enfermedad, pero más con el estigma social que está trayendo consigo, dejando en claro que nadie está exento de contagiarse, por lo que pide cuiden a sus familias.

Relató que está un poco harto de las especulaciones, de los dimes y diretes, y porque esta enfermedad ya no es un tabú decidió dar la cara y asumirse como paciente COVID, y aunque algunas personas dirán que lo hace sólo para llamar la atención, su publicación es para para crear conciencia y para que sean responsables de sus acciones y, sobre todo, de su salud.

“El COVID-19 llegó a mí vida un día ‘normal’ –explicó–. La gente habla sin siquiera saber, solamente que como yo hay mucha gente que ha dado positivo, hay sintomáticos y asintomáticos, niños, adultos, jóvenes. A los primeros síntomas acude a tu médico. Esto no es un juego. Hemos visto en las noticias a mucha gente morir por este virus... Cuídate, cuida a tu familia. Gracias a Dios, mi hijo y mi mamita están en casa, bien, sin ningún síntoma, desde luego sin salir de casa. Pendiente también de ellos porque si les pasa algo, jamás me lo perdonaría. Soy trabajadora social y siempre he pensado que tenemos que hacer labor social en todo lo que recupere la dignidad del ser humano, ¡hoy estoy aquí exponiendo mi situación para que ustedes sepan que el virus existe y puede estar a tu lado y no lo sabes! Agradezco infinitamente a mi Dr., médico familiar, excelente ser humano y persona, que hasta la fecha sigue preocupado por mí, por mi salud y la de mi familia. Gracias a mis amigas y amigos que se han tomado la molestia de ofrecerme su ayuda sin algún interés. Gracias a mi abue (mi mamita) y mi hijo por ser fuertes, por darme ánimos y, sobre todo, por rezar mucho por mí, así como más personas lo están haciendo... Sé que Diosito me ayudará y los medicamentos también... ¡Llevo 7 días de aislamiento y me faltan 13 para así descartar cualquier síntoma o complicaciones!”.

Seguidamente dio a conocer cómo desarrolló la enfermedad día a día: “Este día tuve reunión virtual, hice varios tiktok pensando en la comodidad en la que trabajo. Y como bien saben, yo fui colaboradora en la repartición de despensas. Todo empezó el 24 de mayo (9 días después de salir a apoyar). En la noche del 24 de mayo empecé a sentir escalofríos intensos y un poco de malestar en la garganta, como ‘rasquera’... empecé de nuevo con el cubre-bocas por mera precaución. Esa misma noche del 24 de mayo, mi hijo me pidió que juguemos Candy Crush, yo le pedí que se pusiera un cubre-bocas también, ya saben por eso de las partículas que despedimos al hablar... En la madrugada al ir al baño, empecé a notar que mis ojos estaban irritados y empezaban a lagrimear y quedar rojos… en fin, seguí durmiendo. Amaneció y mi hijo tenía una actividad de educación física que teníamos que grabar y hacer juntos... Al caso que apenas y podía realizarla porque me sentía muy agotada. El 25 de mayo empecé de nuevo con escalofríos, malestar en la garganta y los ojos irritados (todo al mismo tiempo, no por episodios), a lo que decidí ir a visitar a mi médico familiar, pensando lo peor... pues ya presentaba más síntomas: el dolor de cuerpo, dolor en la nuca, dolor en la espalda baja, dolor de cabeza... Llegué a casa, el cubre-bocas me mataba, literal... Sofoca mucho, es horrible tenerlo y sobre todo tener calentura (un síntoma más que se hacía presente). Me tomé los medicamentos mientras decidí a salirme de casa para proteger a los míos (mi abue y mi hijo). Llegó el momento de salir, agarrar las pocas cosas que consideras te van a servir para tu aislamiento, porque no sabes cuánto va a durar... En fin, me salgo de mi casa con mucho miedo a lo que pueda suceder, por dentro tenía infinidad de sentimientos, dudas, etc., pero me salí precisamente para proteger a mi familia pese a si el resultado daba positivo o negativo… Me fui así, sin un abrazo ni nada, pero con la fe de que regresaré con los míos. El 26 de mayo me voy a realizar la prueba, bien bañadita, otro cubre-bocas y guantes de látex... para proteger a los que andan ahí mismo, temiendo por lo mismo que yo... En fin... llegué entre nerviosa y con muchas ganas de llorar, pero aun así mantuve la calma... Tratando de evitar contacto con el que se me cruce, porque no sabía si yo podía ser positivo y sí, te hacen la prueba tal cual ves en la tv y otras redes sociales y sí, me dolió y temía por todo y por los míos. Saliendo de ahí saniticé todo lo que traía y deposité cuidadosamente los guantes en la basura, vean mi cara, ya me sentía de la chingada... Aquí ya tenía todos los síntomas juntos, agregando que cuando respiraba me agitaba de más… en fin, me fui a mi escondite, empezaron las calenturas que no paran hasta hoy de 37°, 38.2°, 38.6° no han pasado de ahí gracias a Dios. Y gracias a mi médico, que ha estado al pendiente de mí en todo momento, que si no fuera por él creo que estaría en un hospital... hasta hoy. Calenturas todo el día, toda la noche, más todos los síntomas que ya mencioné y súmale el cansancio y agotamiento al respirar, esto el 27 de mayo. El 28 de mayo las calenturas no paran, todos los síntomas al mismo tiempo… es un desastre todo, no te da apetito, pero comes porque lo tienes que hacer... no hay de otra; te sientes sola, extrañando a tu familia, tu casa, etc. Las pastillas siguen y le tienes que aumentar una más, té y remedios caseros que jamás en tu vida pensaste conocer y hacer... es horrible esto, a nadie se lo deseo, neta, a nadie. Sigues igual, sientes que no mejoras, al contrario... Ya no puedes dormir boca arriba porque sientes que van a explotar tus pulmones, está de la fregada esto y empiezan las lluvias. El 29 de mayo… sigues igual o a veces peor: quieres salir corriendo, solamente recibes llamadas largas y otras cortas de familias, amigas de verdad, personas que hacen oración en tu nombre y piden por tu salud.

”30 de mayo, esperando resultados y te dicen saliste positivo a COVID-19 y sientes que todo, todo, todo aumenta, más la parte emocional, todo es un caos; te sientes mal por pensar si pudiste contagiar a tu familia, a alguien más… y lloras, lloras mucho de impotencia porque sabes que hiciste todo para cuidarte para no contagiarte o dañar a alguien. 31 de mayo, sigues así, decaída, pasando mala noche, queriendo que todo pase rápido y salir corriendo para abrazar a tu hijo y a tu mamá, tus pulmones te duelen, sientes una presión en el pecho, tristeza y todo lo demás. Empieza la frustración y no, no me da pena que me vean así... Como muchos saben, padezco de ansiedad y distimia, imagínate, eso más todos los síntomas y tenerte a ti nada más, 1 de junio. 2 de junio: desvelada, desgreñada, desalineada, pero algunos síntomas se van, como el dolor de garganta y el dolor de cabeza... pero lo demás sigue y duele mucho, duelen los comentarios de la gente mala, gente que no tiene nada más que hacer que juzgar sin saber. Empiezan los tés de Vic pyrena para respirar el vapor y así poder respirar “mejor”... Sientes impotencia porque la gente supone, inventa, hasta te maldice, pero DIOS sabe que todo se paga a la medida de tus actos… ahora sigo presentando síntomas, pero sigo con tratamiento y aislada totalmente de mi familia, me faltan 12 días para poder decir ‘vencí al COVID-19’”.

De esta manera concluye con su testimonio, con lo cual pretende que las personas que no creen en esta enfermedad y que piensan que es un invento, sepan que no es así, pues su salud cambió de la noche a la mañana.

(POR ESTO! / Corresponsalías)

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