En Mérida aún existen pandillas en diversos puntos de la ciudad, sólo que ahora operan de manera discreta. La SSP tiene detectados al menos 25 grupos, que controlan ciertos territorios, los cuales delimitan con pintas de grafitis y otros símbolos. Algunas están involucradas en el narcomenudeo.
Las hay en colonias del Sur de la urbe, como la Emiliano Zapata y San Antonio Xluch; también en los fraccionamientos San José, Villa Magna del Sur y otros aledaños al Anillo Periférico.
El confinamiento por la pandemia ha inhibido un tanto la actividad de estos grupos, así como la vigilancia de la SSP, cuyos elementos, cuando detectan a grupos de cinco o más jóvenes, los exhortan a retirarse de la vía pública o de parques. En consecuencia, los pandilleros optan por reunirse en domicilios de algunos de sus integrantes o en casas abandonadas.
Más violentos
El problema de las pandillas es mayor en las colonias ubicadas en la zona Oriente tales como La Mielera, San Camilo, Francisco Villa, Salvador Alvarado Oriente, Melchor Ocampo, fraccionamientos Villas de Oriente y San Pedro, donde los pandilleros son más violentos.
En esta zona, antes de que iniciara la contingencia por la pandemia, los enfrentamientos a pedradas y botellazos ocurrían cada fin de semana.
Los pandilleros andan en motocicleta, bicicleta o a pie, pero no lo hacen en grupo, ya que la policía los intercepta.
A finales de los ochenta existían diversas bandas en Mérida, como “Los Trompos”, “Los Timbiriches” de Cordemex y “Los Chimuelos”, entre otras. En el arranque del 2000 surgieron otras como “Los Neighborh”, “La Sur 13”, “Los Cholos” y “Vatos Locos”.
(José Manrique)