Roldán Peniche Barrera
Yucatán Insólito
Ciertamente no suena como yucatequismo, sino prestado de la vieja España. Bueno, esto va de acuerdo a lo que nos dice el DRAE:
FRITO, A, adj. Exasperado o harto por la insistencia de algo molesto: (estar, tener frito)
Y es que desde que tenemos uso de razón hemos escuchado la dichosa expresión lanzada por nuestros padres, abuelos, tíos y demás gente mayor, tal como lo significa el DRAE.
Mas fuera de la Academia, ni el diccionario del Dr. Güémez Pineda ni el juvenil de Edgar Rodríguez dicen ni “che” sobre el asunto.
Entonces contentémonos con un ejemplo:
Hemos dicho en otra de nuestras entregas cómo los 17 sabios celebraban sus sesiones privadas (mejor públicas pues no tenían nada de privadas) soportando el Sol en el cruce de las calles 65 y 60 donde acordaban sus “sabidurías” al paso de la plebe que los miraba argüir a grito pelado un montón de cosas sin sentido así bien ellos pensaban que “habían descubierto el agua tibia”:
Esta vez los “supersabios” no discutían sino que gritaban asustando a la gente que transitaba por el lugar y hasta los niños se ponían a llorar, especialmente al escuchar los vozarrones del Julianillo, del Becerro (no de oro) y del Barrigas y otros vejestorios que, según, según ellos, estaban en un cónclave demasiado importante:
-Te digo que va a ser el Yorch de nuevo el secre, socio -decía el Dr. Gorgojo puliéndose las uñas.
-¡Tas loco matasanos! -le replicaba el Gasolina- Ya fue mucho tiempo. Es hora de que le canten Las golondrinas al buey…
-¿Pero tas loco? -decía el otro- es el secretario perfecto. A mí me trabajó de maravilla…
-No importa -respondía el doctor- Yo sé lo que digo. El es el bueno.
-Le digo que no, “dotore”… ¡Stá usté re mal! Ya párele.
-Pues insisto. El bueno es don Gas. Óyelo bien.
Entonces dicen (yo no lo vi) que el presi le echó una taza de café caliente al “pore Gas” y le dijo con grandes voces:
-¡Ya cállate, Gasolina, ya me tienes frito!