El Centro de Reinserción Social de Mérida suma ya 16 casos positivos de COVID-19, de los cuales 15 se han recuperado y uno ha fallecido. Sin embargo, desde hace más de dos semanas no se han reportado más contagios.
Lamentablemente, uno falleció en el hospital a causa de las complicaciones de la diabetes y la dislipidemia (colesterol alto) que padecía. Otros cinco internos han dado negativo a la prueba de coronavirus.
De acuerdo con el reciente reporte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), dado a conocer el 3 de junio, el coronavirus había afectado a 38 centros de reclusión del país, entre cárceles y penales, con un total de 342 casos confirmados y 53 fallecidos.
La lista la encabeza la prisión preventiva de Jalisco con 66 casos, a la que le siguen el Cereso de Puebla con 61 y el Centro Federal de Reinserción Social 2 (Cefereso) de Jalisco con 30 casos.
Eso significa que los 16 casos confirmados del Cereso de Mérida equivalen al 26% de los casos registrados en la prisión preventiva de Jalisco, el número uno de la lista. Si se toma en cuenta que la población actual del penal meridano es de 1,180 internos, los 16 casos positivos representan apenas el 1.3% de incidencia en la comunidad penitenciaria.
Siguiente paso
Ante la eficacia de las medidas de prevención y los protocolos aplicados, se averiguó que el siguiente paso sería la reapertura gradual de las áreas comunes a los internos, en horarios escalonados, para evitar concentraciones y reducir el riesgo de contagios, sin bajar la guardia en el uso de cubrebocas, el frecuente lavado de manos, el uso de gel y otras acciones sanitarias, a fin de proteger la salud de las personas privadas de su libertad.
Desde la aparición del coronavirus y la declaratoria de la contingencia sanitaria, se restringieron las visitas al penal y se aplicaron los protocolos del Gobierno del Estado y la Secretaría de Salud de Yucatán, como la entrega de paquetes de higiene personal, cubrebocas, gel antibacterial y material de limpieza a todos los internos, así como la sanitización diaria de todos los módulos, área clínica, maquiladora, edificio administrativo y áreas comunes del centro penitenciario.
Asimismo, se realiza desde entonces el monitoreo de temperatura de los internos y del personal que labora en el Cereso, se colocaron filtros sanitizantes, se restringió el tránsito a lugares masivos como el teatro, el campo deportivo y la explanada central, y se habilitaron dos módulos especiales, aislados, para atender los casos positivos.
Rafael Gómez Chi
Por Redacción Digital Por Esto!