El gran escritor ruso Fedor Dostoievski, por sus ideas contrarias al régimen, fue condenado a muerte por traición a la patria. Fue conducido al paredón de fusilamiento junto con otros patriotas, los ataron a sendos postes y les enseñaron las fosas abiertas donde serían enterrados; el capitán dio la orden al pelotón;
–¡Fuego!
–Pero no hubo descarga alguna. Resulta que habían recibido el indulto que ordenaba trabajos forzados en Siberia, pero por maldad habían simulado la ejecución.