Yucatán

Locatarios del mercado municipal de Progreso reportan bajas ventas. "La economía del puerto está hecha pedazos", aseguró un locatario

PROGRESO.- En este segundo fin de semana de servicio en la modalidad de solamente para llevar, las ventas en el mercado municipal se vieron afectadas manifestaron los locatarios dedicados al comercio de alimentos. 

El cierre de las playas y la Ley Seca, desanimaron a los turistas nacionales y ya no llegaron al puerto, cuya visita en esta época del año era casi obligada debido a la cercanía con la capital del estado, para comer un pescado frito y tomar su cerveza a la orilla del mar. 

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Carlos Abraham Araujo Burgos de 40 años, que tiene a su cargo una coctelera y en ese momento estaba en plena labor de elaboración de los alimentos platicó “la verdad si afecto el hecho de que ya no te dejan comer en el mercado ni en otro lugar, ahora es obligatorio el servicio a domicilio y la verdad en mi caso no me esta funcionando, la gente le fascina venir sentarse y pedir todo al momento, sobre todo si se trata de mariscos”.

También afirmó que tiene que abrir su negocio porque el poco dinero que ingresa sirve para pagar los servicios básicos y su renta, si se le suma que los insumos están caros y que no puede aumentar el precio de sus productos porque menos le van a comprar.

“La economía del puerto está hecha pedazos, solo Dios sales hasta cuándo va a terminar la pandemia que está acabando con todos los negocios y la verdad las esperanzas para poder recuperarse económicamente era Semana santa y Julio y agosto , pero todo se vino al traste , al llegar el COVID-19 ” aseveró don Carlos.

En el caso de Elías Cruz Cámara“cachorro” de 36 años, dijo que está sobreviviendo gracias a la venta a domicilio y uno que otro que se detiene a comprar sus cocteles y ceviches “gracias a los clientes locales estoy sobreviviendo ya que aunque llega gente de visita pocos consumen para llevar”. 

Elías Cruz compartió que tiene varios pedidos en las casa de verano desde el puerto de abrigo de Yukalpetén hasta la carretera hacia Chicxulub Puerto, solamente está a expectativa debido a están cursando la primera semana con el cierre de marinas, Ley Seca y el toque de queda.

Haciendo un comparativo con las vacaciones del año pasado, se tiene una drástica reducción de venta en un 40 %, el negocio se ha adaptado desde el inicio de la pandemia, en el mes de marzo, primero limitados a un 50 % y después de no servir en las bancas comedores, de esto a ya 4 meses, mencionó Cruz Cámara.

Ante la llegada de la reactivación económica hubo una mejora que se notó en las ventas, pero esto sucedió solo 15 días, pero debido a que no se respetaron las contingencias sanitarias, se impusieron nuevas restricciones y las consecuencias las pagamos todos. 

Siguiendo el recorrido por el mercado municipal el comerciante Pedro Cruz Abán, de 41 años le compartió al reportero que las ventas están de regulares a malas, que a pesar de que aumentan los costos en los materiales para la elaboración de alimentos, él tiene que manejar promociones sino no salen sus productos, vendiendo tortas, tacos y empanadas es como subsiste a pesar que se ha reducido en un 40% sus ingresos.

En el caso del vendedor de pescado frito, Felipe Martínez Vissuet, de 56 años, dijo que va muy mal, “En el transcurso de la mañana de este domingo, vendí únicamente un kilo y medio y ahora solamente me ha salido el cobro de frituras, que es a petición de la gente que consigue unos pescados frescos y los traen para que yo se los fría, podría decir que solamente he tenido el 5 % de mi venta hoy”.

Recordó que al inicio de la pandemia tenía bastante pescado y que incluso empezó a regalarlo a la gente que lo necesitaba pero ahora solo tiene para vender en la modalidad para llevar para evitar otros gastos o conflictos con los clientes, ya que la cocción del pescado toma su tiempo.

“Sé que la gente que año con año nos visitaba debe extrañarnos, siempre llegan por su pescado frito y luego se van a degustarlo al malecón acompañado de unas cervezas, pero de eso ya no hay nada por el momento” finalizó Felipe, mientras limpiaba su área.

Un fiel cliente es Armando Méndez, quien ha visto durante estos meses como ha mermado la gente en el mercado Francisco I Madero pero él como siempre acudió para comprar pescado y puerco, añorando que el año pasado en estas fechas estaba este mismo lugar comprando para preparar el ceviche con toda la familia y llevarlo al malecón. 

Es muy triste y desolador ver los comercios cerrados y la falta de personas, que le daban alegría a este lugar comentó Adrián Kú, quien se encontraba de compras por el zoco, “En mi caso soy el único de la familia que sale a comprar, esto es para evitar al máximo el contagio”.

"Mercado vacío"

El mercado luce vacío, las bancas están sobre las mesas para que no se haga uso de ellas, se podría pensar que está cerrado, pero la realidad es que ahí siguen los locatarios, con la esperanza puesta en los consumidores locales, mínimo para poder cubrir sus gastos básicos de la casa, además de pagar el derecho de piso y concesión.

Los comerciantes coinciden que ante esta situación deben ser inteligentes y ajustarse a la petición de los clientes, buscar la manera para salir adelante aunque en otros años esta era la temporada en la que lograban juntar el dinero para poder pagar deudas y hacer frente a temporadas de menores ingresos.

(Alfredo Canto May )