Desde casa, pero con mucha fe y alegría, los habitantes del “Lugar del abrazo fuerte” fueron anoche los protagonistas de un emotivo momento al soltar de forma masiva poco más de 600 globos de papel de china como un “símbolo” de esperanza ante el coronavirus, enfermedad que ha cobrado la vida de cientos de personas en Yucatán.
Las familias de esta localidad, ubicada a unos 40 kilómetros de la ciudad de Mérida, se convirtió en el centro de atención a través de las redes sociales y mediante fotos y videos en las que se compartieron los momentos en los que se soltaron estos globos, como una idea para dar fe y ánimo a las personas que han sufrido o están pasando por esta enfermedad.
La iniciativa formó parte de la agrupación de artesanos globeros“Nueva Era”, quienes desde hace algunos años han convertido la tradición de elevar estos globos de papel cada 10 de agosto, en el marco de las fiestas patronales en honor a San Lorenzo Mártir y la Virgen de la Asunción.
Dicha propuesta fue compartida en las redes sociales y poco a poco fue de conocimiento de todas las familias del pueblo, quienes animadamente se sumaron a dicha acción y comenzaron a elevar desde las 10 de la noche sus “globos de la esperanza”.
Fernando Cetz Aké, representante del grupo de artesanos, informó que hasta el sábado pasado se tenía una lista de poco más de 600 globos artesanales que las familias habían solicitado, además de que estaban otros artesanos en el pueblo que laboran de forma independiente y que también hicieron encargos.
La noche llegó y el momento más esperado por todos los pobladores y vecinos se vio reflejado en el cielo estrellado con estas pequeñas luces que decoraron la noche durante varios minutos y que simbolizaron una luz de fe y esperanza para las personas que han padecido a causa de la pandemia.
“A distancia, pero unidos como pueblo, ha sido un momento muy especial y que se quedará en la memoria de todos”, compartió por las redes sociales una vecina de esta población que contabiliza a poco más de 4 mil habitantes.
Lo que parecía ser una noche triste y nostálgica a causa del confinamiento se convirtió en una velada llena de luz y esperanza, pues cada una de las familias participó desde su casa en este acto altruista que mostró a un pueblo unido hasta en las adversidades.
Sobre los colores, tamaños y tipos de globos, estos fueron muy variados, pero al final el objetivo siempre fue el mismo: compartir una luz de esperanza para todos aquellos que viven momentos difíciles en esta actualidad.
La población de Tahmek ha vivido de forma diferente su fiesta patronal, pero sin duda este momento se quedará en el recuerdo y en la mente de quienes vivieron desde sus casas, la soltura masiva de los “globos de la esperanza”.
Por Enrique Chan