Este tercer sábado del mes de agosto algunos paseantes llegaron a las playas de Progreso y se dispersaron a lo largo de la costa yucateca, ese a la contingencia sanitaria por COVID-19.
Donde hubo mayor movimiento fue en las casas de verano, aunque los visitantes también acudieron al Malecón Internacional.
Luego de caminar por la playa, familias enteras entraron al mar para disfrutar de un chapuzón; otros llegaron a bordo de sus motocicletas con sus neveras para un pasadía.
EN este sentido René Martín Noh dijo que acudió con su novia en motocicleta, desde la calle 42 Sur de la ciudad capital.
“No traemos cerveza por la Ley Seca, nada más disfrutaremos un rato del mar y alrededor de las 15:00 horas retornaremos a Mérida para evitar que nos agarre la lluvia debido a que se nota que lloverá, como sucede casi todas las tardes”: explicó.
“Venimos medidos, y a pesar de ser quincena sólo traemos refrescos y botanas para después del baño de mar, así que si nos mojamos primero con agua de mar y después con la lluvia valió la pena el viaje hasta Progreso”.
Agregó que en el puerto se respira aire fresco, porque en la ciudad, estar usando de manera continua el cubrebocas es incómodo.
En un recorrido por las playas del puerto y principalmente la zona del malecón tradicional, fue inevitable percatarse que aún permanece la malla que se colocó para evitar que los paseantes ingresen a las playas.
No así el malecón internacional que está abierto e ingresan los vehículos.
En esta esta zona se estacionan, descienden familias enteras y se dirigen a la playa y posteriormente al mar; algunos llevan sus balones, principalmente niños que buscan desestresarse del confinamiento por la pandemia.
Sin embargo, en el malecón tradicional no faltaron los paseantes que trataron de burlar la atención de los elementos policiacos ingresando a la arena, pero las videocámaras de vigilancia de los cuerpos de seguridad los detectaron y los invitaron a retirarse de la zona de playas, que hasta hoy permanecen cerradas a la población.
En el caso de las playas de las comisarías, donde se ubica la mayoría de las casas de verano, hubo mayor movimiento y, desde luego, el número de veraneantes fue similar al de las pasadas semanas.
Este sábado el clima estuvo caluroso pero el cielo pronosticaba lluvias, situación que ocasionó que los paseantes disfrutaran del mar en las playas de Chicxulub Puerto, Chuburná, Chelem y Uaymitún.
En la zona de restaurantes del malecón tradicional se observó la presencia de pocos clientes que recorrían la principal avenida del puerto, que desde la pandemia prácticamente está desierta.
Los comerciantes que ofertan sus botanas a base de pescado y mariscos, estuvieron muy activos, según se pudo observar, debido a que los fines de semana solamente se permite que ofrezcan servicio de comida para llevar, y no está permitida la venta de bebidas etílicas.
Nada más los restaurantes de cadenas de este giro gastronómico son los que permanecen abiertos.
Hasta este fin de semana continuamos en semáforo naranja en el estado, por lo que los fines de semana los giros no esenciales permanecen cerrados.
Por Julio Jiménez Mendoza
Por Redacción Digital Por Esto!
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