Los 52 kilómetros del Anillo Periférico de Mérida, una vía rápida que se encuentra prácticamente dentro de la ciudad, son inaccesibles para los peatones, quienes deben llevar a cabo toda una odisea para poder cruzar la vía y con el riesgo que ello conlleva.
De acuerdo con el último Boletín Epidemiológico de la Dirección General de Epidemiología, en el rubro de peatones lesionados en accidentes de transporte, en este 2020 en Yucatán se han acumulado un total de 34 casos, 18 hombres y 16 mujeres; y en todo 2019 se registraron un total de 146 casos.
Los vehículos pueden transitar el Periférico de forma continua pues desde el 2016 quedaron eliminados todos los semáforos y hoy día se cuenta con 23 cruces y pasos a desnivel en esta vía, algunos de los cuales tienen espacios para que crucen los peatones, pero que en realidad no se usan.
Lo anterior, debido a que dichos pasos a desnivel están, en promedio, están a una distancia de 2 kilómetros y los habitantes de Mérida tienen que cruzar la vía arriesgando su vida pues, aunque hay también nueve puentes elevados los mismos son consideramos más bien“anti peatonales” por su poca funcionalidad.
Hoy, en el Día Mundial del Peatón, destaca que aunque el Periférico de Mérida tenga 23 cruces y pasos a desnivel, y algunos cuenten con algún andador para el paso de peatones, los mismos no están señalizados ni son funcionales, por lo que no se usan y están llenos de maleza o prácticamente en abandono.
Incluso hay algunos puentes elevados que en la parte baja no hay modo de cruzar, como el puente de la salida a Progreso o el que están en la salida a Conkal.
Aunque algunos puentes y cruces están más cerca, en promedio la distancia entre estos es de más de 2 kilómetros y los puentes elevados difícilmente se usan, a excepción del que está en la zona de la salida a Tixkokob.
Y es que el anterior es uno de los casos más emblemáticos de Periférico pues ahí se construyó el último paso a desnivel y es el único puente que cruza sobre Periférico y no paralelamente a la vía. Con la construcción de este puente se eliminaron por completo los semáforos y prácticamente se colocó una barrera para el peatón.
De acuerdo con el Observatorio de Movilidad Sostenible de Mérida, los vecinos de las colonias Amalia Solórzano y Francisco Villa Oriente para pasar de un lado a otro del Periférico oriente, en la zona donde se encuentra el puente, deben tomarse el esfuerzo de recorrer un total de 460 metros usando las escaleras y 770 metros usando las rampas, es decir, que ahora tiene que recorrer una distancia 6 y 10 veces mayor a lo que hacía cuando la intersección estaba semaforizada.
En este sentido, deben destinar alrededor de 10 minutos para hacer todo el recorrido antes mencionado; para el caso de las personas con dificultad motriz, el tiempo de recorrido es aún mayor, de 12 a 15 minutos.
A la gente no le queda de otra que usar este puente peatonal elevado y si bien mucha gente lo usa otros más optan por cruzar sin usarlo, burlando las mallas ciclónicas para impedir el paso, aunque con ello se pongan en riesgo.
Entre correr el riesgo o perder tiempo
José Luis Quijano es vecino de la zona y cruza Periférico para ver a su familia. Pero ahora debe de llegar en su bicicleta al puente, desciende de ella y camina sobre la rampa para lograr cruzar, porque dijo que podría transitar sobre el paso a desnivel que cruza Periférico, el de la salida a Periférico, pero está prohibido y “Si te ve la policía hasta te quieren quitar la bicicleta”, expuso.
Narró que antes había un semáforo en el cruce y se podía pasar la avenida sin ningún problema, pero ahora ya no es posible.
“Lo hicieron así, no hicieron glorieta ni paso peatonal, ahora ya no hay por donde cruzar. Está prohibido subir al puente y, ni modos, lo hacemos por el puente y hasta nos sirve de ejercicio”, expuso en tono irónico.
Por otra parte, Demetrio Chel, también cruza la vía todos los días para ir al trabajo, pero como muchas otras personas no usa el puente, sino que lo hace a ras del asfalto y la mayoría de las veces a toda prisa “para que no me atropellen”.
“Yo no uso el puente porque hay que caminar más, lo hago por abajo, pero sí hay que cuidarse porque hay un chingo de tráfico a veces y hay que estar alerta para que no lo aplasten a uno”, dijo.
Como Demetrio mucha gente, hombres, mujeres, adultos, personas mayores e incluso niños y niñas, todos los días se juegan un volado al cruzar la vía con los autos que pasan a toda velocidad.
Eduardo Monsreal Toraya, integrante del Observatorio de Movilidad Sostenible de Mérida (OMSM), expuso que el Anillo Periférico es una vía que se ha diseñado y justificado pensando en los automóviles y como sucede en el cruce de la salida a Tixkokob, en toda la vía no hay un cruce óptimo y seguro para los peatones.
“El problema es que la gente ha normalizado el riesgo, pero hoy periférico es una vía impermeable y para los peatones es muy difícil cruzar”, expuso.
El especialista dijo que cuando se diseñó la obra hace muchos años tal vez no había mucho problema, pero hoy día hay una gran cantidad de viviendas en los márgenes de Periférico, pero además se convirtió en un corredor comercial y la gente tiene que cruzar a trabajar de uno u otro lado, sin que haya las condiciones para ello.
“Hay una incongruencia en los usos de suelo y hoy estamos ante un dilema, de convertir la vía en una especie de circuito con cruces, semáforos. Pero esta lógica va en contra de lo que se ha hecho en los últimos años”, expuso.
La otra opción, dijo, es asumir que Periférico es un corredor comercial y como vialidad continua se puedan generar más pasos a desnivel bajos para los autos y por los que pueda atravesar la gente. Puso como ejemplo, en este sentido, los que se encuentran a la altura de Santa Gertrudis Copó y en la entrada a la Hacienda Anikabil.
Silvana Forti Sosa, directora del Laboratorio Urbano de la Universidad Modelo, apuntó que el Periférico debe ser considerado más bien como una avenida que está dentro de Mérida. Dijo que tal vez en sus inicios la vía fue tratada y conceptualizada como un periférico a las orillas de la ciudad, pero hoy la vía está prácticamente dentro de Mérida, con muchas poblaciones cercanas y casas, gente que tiene que cruzarla todos los días.
Los datos
René Flores Ayora, Ingeniero en Tránsito y Auditor en Seguridad Vial por el Centro Nacional de Prevención de Accidentes (CENAPRA), señaló que en lo que va del año habrían fallecido unas 22 personas por siniestros viales en Periférico, pero no todos son automovilistas, sino que también se ven afectados los peatones.
Como ejemplo, mencionó que el 2019 fue el año más mortífero de la última década, con un registro de alrededor de 322 personas fallecidas en siniestros viales y siendo el Periférico una de las vías más mortales con 34 muertes, la más alta en los últimos años también.
El año pasado la cifra fue de una incidencia es de 16 víctimas por cada 100 mil habitantes y de 37.5 por cada 100 mil vehículos.
La mayoría de las víctimas son motociclistas, peatones, automovilistas y ciclistas.
Este año, ya se han dado casos de ciclistas que perdieron la vida en Periférico, así como de peatones que al tratar de cruzar la vía también fueron atropellados y perdieron la vida.
Por David Rico