Yucatán

Familias de Mérida y comisarías, con dificultad para adaptarse a las clases virtuales

En Mérida y sus comisarías, familias enfrentan dificultades para adaptarse a la nueva modalidad de enseñanza a distancia.
Fotos: Enrique Osorno

En medio de carencias, familias de Mérida y de comisarías tuvieron que encontrar la forma de adaptarse a la nueva modalidad de enseñanza a través de clases por televisión o por medios electrónicos y, entre las penurias por lo más elemental, también se dieron varias dificultades para sintonizar canales, desconocimiento de horarios o contar sólo con una pantalla para varios estudiantes.

La señora Claudia Yulisa Ku, que habita en una pequeña vivienda en la colonia Francisco I. Madero, tuvo que hacer toda suerte de arreglos para lograr que sus tres hijos, Kimberly, Jesús y Taily, lograran ver su clase en la mañana, ya que sólo cuentan con una pequeña pantalla.

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Claudia Yulisa trabaja en el turno matutino pero, por fortuna, la regresaron del trabajo y pudo atender a sus retoños, sobre todo a la pequeña Kimberly que apenas está en primero de primaria y tuvo que ver algunos cuentos y repaso del preescolar.

“Nos dijeron en la escuela que así será, sólo para repasar estos días, pero sí se me complica un poco porque los otros tienen su clase de primaria y la verdad como que se distraen mucho. Hoy pude ver algo de la escuela, pero vamos a ver qué pasa mañana”, comentó.

Sin embargo, la mujer batalla mientras trata que los pequeños pongan atención a la pantalla, pues trata de elaborar también alguno de los postres que vende para poder sobrellevar la situación precaria que enfrenta.

Mientras intentaba que la más pequeña mirara la tele mezclaba azúcar con leche para hacer una gelatina mosaico, pues dijo que hace flanes, pasteles y otros dulces que vende entre los vecinos de la zona.

Situación complicada

La pequeña Dafne Pacheco Collí, quien tiene 8 años y habita una casita en la colonia Bojórquez, también se enfrentó a un gran reto, ya estaba lista con todo y su escritorio frente a la TV, pero resulta que no tiene sistema de cable y el aparato sólo sintoniza unos tres canales, pero ninguno de los que transmiten Aprende en Casa 2.

El papá de Dafne, Edgar Pacheco, nos platicó su preocupación, ya que al no tener una antena para poder transmitir las clases su primo Diego les dejó un celular para que, aunque sea de manera virtual, pudiera empezar hoy; a las 9 de la mañana sí tuvo una clase con la maestra a través de videollamada, pero deberá esperar al menos unos días para poder sintonizarla por la televisión. La familia tiene un escenario complicado porque en casa la abuela de la pequeña perdió la vista a causa de la diabetes, lo que representa una preocupación para poder resolver quién acompañará a la pequeña cuando esté en clase.

“Aquí estamos. Ya estoy un poco recuperado, aunque todavía me duelen las piernas y la espalda. A veces si camino de aquí al Oxxo (a una cuadra) me canso, allá me quedo porque todo me duele, pero ya salgo a trabajar al menos en la moto porque es sólo repartir comida, pero está muy cansado también”, expuso.

Una pantalla para tres

La señora María Matiel Pool Ku, de Yaxcopoil, dijo que en su caso son tres pequeños los que deben tomar las clases, que están en secundaria, primaria y preescolar, y que ha tenido que estar pendiente por medio del teléfono y la televisión, “para ver las tareas y ponernos de acuerdo con la maestra”.

En su caso consideró que no es fácil la misión, porque hay que acomodar las labores y conjugarlas con las tareas en casa. En el caso de su hijo de primaria, comentó que tenía programadas clases de 7 a 10 de la mañana, pero se las organizó de 3 a 5 de la tarde y el de la secundaria por medio del teléfono.

En el Centro de Mérida, por la zona de La Plancha, viven los hermanos Carlos y Aurora Herrera, quienes cursan ya el quinto y cuarto año de primaria, respectivamente. En este caso sus papás también debieron hacer algunas adecuaciones, sobre todo para hacer rendir una pantalla para los dos.

El pequeño Carlos tomó su primera clase ayer, a las 7.30 de la mañana, y se tuvo que quedar en casa su papá, Carlos Herrera Alpuche, quien señaló que una de las dificultades a las que se enfrentaron fue tener que contratar el servicio de TV de paga, además de que fue todo un reto conocer la dinámica que se llevará a cabo.

“Yo me quedé en casa para estar con mi hijo y ver que haga las actividades y ya en la tarde llega mi esposa que es enfermera de la UADY para que vea a la niña que cursará por la tarde sus materias”, expuso.

“No agarra la señal”

En un recorrido por colonias del Poniente de la ciudad, en el Centro, en el Sur y por la comisaría de Caucel, varias familias reportaron todavía no contar con la información necesaria de las transmisiones, como lo manifestó la señora Ana María Santiago, que acudió a recoger los libros de texto para su hijo a la secundaria “Humberto Lara y Lara” de dicha comisaría.

“Todavía nos estamos preparando, es un proceso difícil, porque hay que tener bien las horas y ajustar la tele, además de que el maestro todavía nos va a decir en qué horario nos toca. En mi caso no agarra la señal, pero tengo internet y por allá lo va a ver, pero creo que hasta la próxima semana”.

“La verdad, si me preguntas, todavía ninguna mamá está enfocada en ello, muchas están trabajando y todavía se van a organizar”, comentó.

En el mismo sentido, la señora Gabriela Rodríguez, de la colonia Bojórquez, dijo que “la escuela no nos ha dado informes y todavía, creo que hasta mañana o pasado empezará mi hijo”. Narró que el pequeño cursará el tercero de primaria en la escuela “Netzahualcóyotl”.

De acuerdo con la Secretaría de Educación Pública, en todo el país retomaron actividades, por medio del programa Aprende en Casa 2, un total de 30 millones de estudiantes; en el caso de Yucatán son más de 640 mil estudiantes de educación básica los que debieron participar en esta forma de aprendizaje en el hogar, pero la realidad es que no todos pudieron hacerlo y otros más, sobre todo los que menos tienen, enfrentan un escenario adverso para poder tomar clases en esta nueva modalidad.

Por David Rico