El uso de la tecnología y las redes sociales ha funcionado como un salvavidas para muchos jóvenes del Cono Sur de Yucatán, donde en medio de la pandemia sanitaria por el COVID-19, para salir adelante, comercializan productos y servicios a domicilio en sus comunidades, además de que a muchos estudiantes les permitió concluir el curso en línea desde su casa.
Eduardo Pérez, estudiante de Ingeniería Civil en el Instituto Tecnológico de Mérida, señaló que durante la pandemia se ha dedicado a la venta de cubrebocas y caretas, además de que con su teléfono celular, desde casa en Oxkutzcab, se valió para terminar el octavo semestre de la carrera.
La pandemia sanitaria llegó a trastocar todas las actividades, afortunadamente ya todo es digital y gracias al teléfono logré terminar el octavo semestre de la carrera en línea, además que al quedarme sin trabajo, junto con mi esposa, invertimos en la compra por mayoreo de caretas y cubrebocas que desde el principio de la cuarentena estamos vendiendo a domicilio, señaló.
Por medio de mi perfil de Facebook anunciamos los diferentes modelos de cubrebocas y caretas, además de que también vendemos gel desinfectante y otros productos para el cuidado de la salud, comentó el pasante de ingeniería, quien también ha instalado un puesto frente al mercado municipal.
Todo es digital
A lo largo de su educación universitaria, dijo que ha sido gracias las nuevas tecnologías que ha logrado estudiar y trabajar, ya que como todo es digital ha tenido la oportunidad de investigar desde el teléfono bajando documentos PDF o libros específicos de su carrera, agregó que aunque no ha definido bien el tema de su tesis, su mayor interés es hablar sobre las energías renovables.
Otro estudiante universitario, el joven José Cab, quien cursa Ingeniería Industrial en el Instituto Nacional del Sur de Yucatán, dijo que gracias a las nuevas tecnologías ha sido posible tener acceso a información particular de su carrera, ya que la biblioteca que hay en el municipio de Oxkutzcab es muy básica y sólo es de cultura general.
Desde su casa, con la computadora o el teléfono, logró pasar todas sus materias y, por ejemplo, en los cursos de matemáticas ha buscado cursos para aprender en línea y resolver sus dudas, indicó.
Rangel Ávila Espinosa, quien junto con su hermana abrieron la pastelería “Shunnys” en el centro de Oxkutzcab, dijo que por la cuarentena sanitaria tuvieron que evolucionar a las ventas por internet y entregas a domicilio, lo que les permitió seguir produciendo pasteles y postres cuando otros establecimientos estaban cerrados.
Variados postres
Empezó como una alternativa y ahora es la principal fortaleza, ya que cocinan pasteles con cualquier idea de los clientes, por ejemplo, la semana pasada encargaron un pastel con el busto de Jenny Rivera y ayer entregó otro de Bob Esponja, hoy un pastel napolitano de tres leches en forma de hamburguesa.
A cuatro meses de la pandemia tenemos muchos clientes y seguidores, sólo pedimos dos días de anticipación y en la pastelería se concreta la idea, además, se venden diferentes postres como queso napolitano, trufas, chess-cake, flanes, ensalada rusa, sopa fría, sandwichón y ensaladas con entrega a domicilio, comentó.
La joven Guadalupe Collí, estudiante de preparatoria, dijo que además de que las nuevas tecnologías le han permitido tener un negocio de venta de maquillajes por Facebook, le da la oportunidad de comunicarse con su padre, quien trabaja como lava platos en San Antonio, Texas.
Ahora puedo hacer una videollamada de una hora con el Internet de la casa y no me cuesta nada, cuando antes teníamos que esperar a que mi papá comprara tarjetas de saldo y llamara a la casa, recordó.
Otros casos
Brayan Cobá es un joven fotógrafo de 16 años de San José Oriente, una comisaría mayahablante del municipio de Hoctún, que difunde su trabajo a través de su cuenta de Instagram @BrayanCoba18.
“Instagram me llamó mucho la atención porque hasta famosos te siguen y los puedes seguir y ver lo que hacen”, comentó.
En su perfil de esta red social publica fotografías de la gente de su comunidad y sus lugares favoritos. Asegura que quiere enseñarles a personas de todo el mundo toda la belleza de Hoctún.
En esta comisaría, donde son característicos los vestidos de “Xocbichuy” palabra que significa punto de cruz, también vive Glendi, quien usa su Facebook para presumir sus bordados.
A pesar de que en su domicilio no cuenta con internet, la joven se las ingenia para acudir a lugares con señal WiFi para poder publicar los diseños que pone a la venta.
“Publico lo que hacemos, como nosotras costuramos, lo publicamos en el Facebook, hacemos cubrebocas con punto de cruz. Así hacemos nuestra venta para que la gente lo vea y nos compre”.
Glendi publica en español, sin embargo, cuando platica con sus hermanos a través de la aplicación Messenger, lo hace en maya y rompe la barrera de la distancia y la lengua.
Por Alejandro Moreno Peña / Luis Pérez
Por Redacción Digital Por Esto!
JG