Luego de seis meses de permanecer cerrada al público por las restricciones sanitarias derivadas de la pandemia, ayer la zona arqueológica de Chichén Itzá reabrió sus puertas, con una ceremonia solemne previa para recordar a las víctimas del COVID-19.
Desde temprana hora se formó la fila de visitantes, quienes fueron entrando uno a uno al encuentro con Kukulkán, la Serpiente Emplumada.
Minutos antes de que se permitiera el ingreso al público efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Guardia Nacional (GN) realizaron el acto, primero honores a la bandera, luego se respetó un minuto de silencio en memoria de las personas que han fallecido a causa del Coronavirus en el territorio nacional y al finalizar se dejaron escuchar las notas del Himno Nacional.
Personal de las fuerzas armadas, junto con las autoridades de los municipios de Pisté y Tinum, así como representantes del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), agradecieron el regreso del turismo tras medio año en el que no se permitió el acceso a visitantes, únicamente personal que labora en este parador turístico estuvo en la zona arqueológica realizando labores de mantenimiento.
En total, mil 422 personas recorrieron el sitio durante el primer día de reapertura.
El director del Patronato Cultur, Mauricio Díaz Montalvo, comentó que espera una jornada de visitantes “relativamente baja”, ya que es el primer día que abre sus puertas este sitio arqueológico, aunado de que es un día entre semana, en una temporada no vacacional. Sin embargo, consideró que en las primeras horas de regresó actividades hubo “bastante movimiento”.
Díaz Montalvo destacó que como parte de las medidas para prevenir y evitar los contagios se dispusieron filtros especiales en la zona arqueológica y el visitante, antes de ingresar al sitio, en primera instancia pasa por un área que dispensa gel desinfectante, posteriormente una cámara térmica monitorea la temperatura del turista en tiempo real, el resultado de estas lecturas se pueden observar en pantallas colocadas a la entrada del recinto y finalmente se accede al lugar.
“La salida va ser en otro lado completamente distinto de donde entran los visitantes, es un cambio muy importante, los turistas pasarán y tendrán la oportunidad de reactivar las actividades en el mercadito que tenemos en esta zona” explicó.
El funcionario estatal informó que el año pasado, la zona arqueológica de Chichén Itzá recibió 2 millones y medio de turistas, por lo que perder durante 6 meses el arribo de visitantes impactó de forma negativa el ingreso económico de este sitio.
Díaz Montalvo, comentó que una vez que ya se encuentran abiertos los atractivos arqueológicos de la entidad, le dan una prospección positiva, en materia económica para el cierre del 2020.
El director del Patronato Cultur recordó que en las semanas pasadas se abrieron sitios arqueológicos como Uxmal, Ek Balam, Dzibilchaltún, entre otros.
“Estas zonas arqueológicas fueron de menos a más visitantes, Ek Balam comenzó con 60 visitantes, pero terminó con poco más 300” informó.
Díaz Montalvo consideró que las cifras son alentadoras, en el entendido que es temporada baja y bajo una contingencia sanitaria generalizada en distintos puntos del planeta.
Por su parte el director de la Zona Arqueológica de Chichén Itzá, Marco Antonio Santos Ramírez, explicó que se está sugiriendo a los prestadores de servicios, es decir, a los guías de turistas, que el recorrido se realice en máximo 2 horas, a fin de agilizar el flujo de visitantes en la zona arqueológica.
Santos Ramírez recordó que el acceso será únicamente de hasta 3 mil personas por día, según lo que han determinado las autoridades de salud, la posibilidad de dejar ingresar más personas irá de la mano, en función que el semáforo epidemiológico cambie a verde.
Los horarios que se han dispuesto son de 8 de la mañana a 5 de la tarde, el último acceso se dará máximo a las 4 pm. A lo sumo se permitirá la entrada de grupos de 10 personas, en el caso de las personas vayan acompañados, este número también debe incluir al guía de turistas en su caso.
Los costos se mantuvieron en 497 pesos para visitantes extranjeros, 210 para nacionales y 80 para yucatecos.
Por Guillermo Castillo