Yucatán

Banqueteros piden segunda oportunidad para abrir en Yucatán

Apenas el 14 diciembre fue cuando volvieron a cerrar porque ‘no cumplieron’ los protocolos de higiene
Quienes se dedican a los negocios de este rubro han tenido que cambiar de giro para subsistir y otros más han cerrado / Por Esto!

La industria encargada de realizar eventos sociales ha tenido que posponer cerca de 500 festejos y, a la vez, se han afectado a entre 50 mil y 60 mil personas, que dependen económicamente de este negocio.

La empresaria y secretaria de la Cámara de Banqueteros y Proveedores de Yucatán (Cabapy), Erika Vega Sánchez, platicó con el periódico POR ESTO! sobre cómo se han reinventado y pide a las autoridades una segunda reapertura.

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Salones de eventos, pastelerías, arrendadoras de tarimas, carpas y mobiliario; empresas de transporte, grupos musicales, DJ’s, rentadoras de equipos de iluminación, sonido, shows, pirotecnia, valet parking, estilistas, vestuaristas y decoradores, entre otros oficios, han sufrido por la terrible crisis económica a causa del COVID-19.

“Considero que las autoridades no midieron el impacto financiero de nosotros, entre el círculo cercano que me muevo hemos registrado unas 20 empresas que han cerrado sus puertas definitivamente, entre salones y banqueteras”, dijo.

El cierre total de la industria debido a la pandemia empezó a mediados de marzo de 2020, y tras varios meses sin realizar algún evento, la reapertura fue en noviembre y el 14 diciembre volvieron a cerrar porque ‘no cumplieron’ los protocolos de higiene. 

“No estamos siendo escuchados por el gobierno, tras el segundo cierre se realizó un escrito el 21 de diciembre y se llevó a las autoridades, pero hasta el momento no hemos tenido ninguna respuesta”.

“No es justo que sigan clausurados, y lo digo porque hay restaurantes que tienen más capacidad de gente y no los cierran. Nosotros teníamos permitido llevar a cabo una reunión social entre 50 a 100 personas, teníamos un protocolo estricto, llevábamos el control de los invitados, pero, aun así, nos siguen negando el permiso de laborar”.

“En la única reapertura nosotros cuidamos mucho la sana distancia y las medidas de higiene, pero no fue suficiente. Lo considero injusto porque lugares públicos como plazas comerciales, el Remate de Montejo, entre otros espacios, se acumulan más de 100 personas y siguen operando”. 

La empresaria comentó que se busca una segunda apertura para cumplir con los contratos pendientes. “Queremos cumplir con nuestros clientes que llevan meses esperando su evento, no estamos buscando realizar más fiestas, sólo que se nos dejen trabajar con los compromisos ya pactados”.

Varios negocios siguen arrastrando el pago de impuestos y otro tipo de deudas y algunos siguen manteniendo a su personal con sueldo y el pago de seguro social.

El joven Eduardo Caamal Cab se vio afectado al cien por ciento por la clausura de la industria: “aproximadamente hace unos seis meses empecé con el negocio de banquetes para eventos sociales, es una fuente de trabajo que genera importantes ganancias, pero con la pandemia lo perdí todo”, comenta.

“Fue un negocio familiar que era atendido por 10 personas y a la vez dependían de forma indirecta otros 80, pero como proveedores. Sin embargo, el cierre nos afectó demasiado y todo se vino abajo, en la actualidad soy comerciante y espero que más adelante esto se normalice para regresar a las fiestas sociales”.

Al mes tenía una entrada de 40 mil pesos libres de impuestos, pero se fue a la quiebra y los clientes le cancelaron porque no tenían alguna fecha tentativa para realizar su evento.

“Es una pena porque nosotros teníamos las medidas de higiene y los salones el control de la gente, a diferencia de otros lugares que no guardan su sana distancia y rebasan las 100 personas en el mismo lugar”, dijo.

Ambos entrevistados se tuvieron que reinventar con el negocio de la comida y esperan que la industria retome de nuevo la organización de reuniones sociales en el transcurso de este año. 

SY