La contingencia no ha sido impedimento para que los peregrinos continúen llegando a ejercer sus promesas de fe, aunque solamente pueden venerar a los Reyes a distancia, delimitados por la reja del santuario y sin poder tocarlos acuden a su encuentro para desbordar su devoción inquebrantable que no es capaz de doblegar ni la misma pandemia.
Aunque no se superó a la cantidad de 200 mil visitantes que arribaron en el primer fin de semana de la pasada edición de la Feria de Reyes, cientos de peregrinos de manera paulatina siguen llegando para cumplir sus mandas de fe.
Resulta comprensible por la pandemia, aunque es de admirarse que ésta no es una limitante para que numerosos peregrinos acudan a visitar a los Santos Patronos, se recordará que el año pasado más de millón y medio de personas visitaron la ciudad durante toda la Feria de Reyes que este año fue suspendida por motivos de la contingencia sanitaria, esto de acuerdo a datos proporcionados por el Administrador de la Feria, Elmer Díaz Ruiz.
Los peregrinos por momentos hacían largas colas a las afueras del santuario guardando su sana distancia, para llegar ante las sagradas efigies de los Tres Santos Reyes, pese a la recomendación de no portar velas y ruda, algunos portaban estos signos religiosos y al estar frente a los Reyes Magos simulaban ungirlos con ellos, también se hicieron presentes los milagritos que la gente ya no pudo depositar a los pies de los Magos del Oriente como es costumbre, limitándose a colocarlos en las urnas de ofrenda para llevarse consigo la gracia de su visita y de esta manera encomendarles a sus familias para que intercedan ante el Creador y así les vaya bien y obtengan bienestar y prosperidad en sus diferentes planos de existencia, además de pedirles con mucha fe que intercedan ante el Creador para que libere al mundo de esta pandemia.
Varias familias de peregrinos se hicieron presentes cumpliendo con su encuentro puntual con los Magos del Oriente, tal y como lo realizó la familia Uc Uribe, procedente de Mérida, quienes compartieron que cada vez que pueden acuden a visitar a los Santos Patronos agradecidos, porque siempre que les piden algo se los cumplen, sobre todo para sanar de enfermedades a sus familiares y seres queridos, aunado a que siguen su ejemplo conscientes de que también, como ellos, van al encuentro del Salvador del Universo, externaron que así es como dan muestra de su respeto a sus creencias y a las tradiciones que perduran en sus familias y acuden ante ellos con la finalidad de venerarlos, elevarles sus plegarias y agradecimientos por los favores y bendiciones concedidas durante el año, dando muestra de gran fe y devoción hacia las sagradas imágenes.
Peregrinos como la familia Mattar Ancona externaron que vienen a venerar a los Reyes Magos, ya que les tienen mucha fe que ha quedado como legado de generación en generación, compartiendo que si la devoción hacia estas imágenes es grande, cualquier cosa que las personas les pidan, se las pueden cumplir y que por ello encomiendan a los Tres Reyes Magos del Oriente la salud de sus familiares, pues cuando se enferman piden su intercesión ante el Creador y milagrosamente les brindan alivio.
Mientras que la familia Matos Cetina cada año viene a agradecer a los Reyes Magos, porque les regalaron lo que más aman en su vida que es su primer bebé, que por varios años intentaban tener y no podían hasta que acudieron al santuario, se los pidieron con mucha fe y a los tres meses su esposa ya estaba embarazada, esto fue lo que compartió Víctor David Matos mientras abrazaba a su hija Lyzis Matos Cetina, fruto de este milagro de los Reyes Magos.
Estos son algunos de los testimonios de los peregrinos que vienen para venerar a los Patronos de esta localidad, una tradición que perdura, que no puede frenar ni una pandemia y que, según ellos, continuará en años posteriores, ya que las generaciones futuras se han comprometido a seguir visitando el santuario para realizar sus promesas y ungir a los Tres Santos Reyes del Oriente.
Por doquier se observaban grupos de personas paseando, descansando, conviviendo con sus familias, alimentándose o en espera de ingresar al santuario, este 6 de enero como cada año se espera que más visitantes arriben a la ciudad.
Por Luis Manuel Pech Sánchez