Poca información, incertidumbre y limitado tiempo con sus seres queridos, son los comentarios predominantes de las personas afuera de las áreas de Emergencia de hospitales como el General Regional No. 12 IMSS Lic. Benito Juárez y el Hospital General Agustín O'Horán, respecto a sus familiares ingresados.
Esperando noticias, horas de visita o bien sólo pasando el rato para distraer la mente y en algunos casos recuperarse del frío que hace en el interior del nosocomio, alrededor de 12 personas sentadas, paradas o incluso acostadas en la banqueta afuera del Juárez y unas 30 en el exterior del O’Horán, esperaban que sus familiares internados sean intervenidos o atendidos.
Tal es el caso de Carlos Aguilar Juárez, quien compartió que es la segunda vez que se encuentra afuera del área de Emergencias del Juárez en tan sólo 15 días, debido al ingreso de su suegra, una mujer de 65 años afectada por los síntomas de COVID-19, y delicada de salud por padecer un par de enfermedades crónicas degenerativas, diabetes e hipertensión.
Respecto a la situación particular de pacientes con el virus comentó que todo sigue igual, que después de que el paciente ingresa, lo único que pueden hacer los familiares es esperar y vivir con cierta incertidumbre porque reciben muy pocas noticias de la salud de sus seres queridos. Añadió que aunque les comentan que les hablarán tres veces al día, su experiencia comunica lo contrario.
“No te dan mucha información al principio, se ponen muy herméticos cuando ven los síntomas que tiene el paciente, los meten al área para hacerles la prueba y mientras ven si es o no es, o si ingresan después de las 11 de la mañana que es el horario en el que cierra el laboratorio, te toman tus datos, nombre, teléfono, dirección, correo electrónico y te dicen que te vayas a tu casa, que ellos te mantendrán informado”, expresó.
Otro caso afuera del hospital O’Horán es el de Deysi Linares, una mujer proveniente de Playa del Carmen que vino a Mérida para ingresar a su hijo al área de pediatría desde el lunes pasado por unas piedras en los riñones, compartió que viajó a este destino porque en su lugar de origen no hay la especialidad en urología para que puedan atender a su pequeño.
Respecto a la afluencia de gente en la parte de afuera del área, comentó que hoy había poquita gente, pero que las veces anteriores que ha viajado a traer a su niño a que le hagan estudios ha visto mucho más movimiento, alrededor de unas 80 personas que están esperando a sus familiares que vienen a revisiones o intervenciones de especialidad.
El área de Emergencias tiene sus horas pico, una es a las 11 de la mañana cuando un médico sale a dar información de las personas internadas, y otra a las cinco de la tarde que es cuando permiten visitas de únicamente 15 ó 20 minutos, así lo compartió Teresita de Jesús Góngora Canul, una mujer sentada en una silla de madera esperando que la tarde llegue para poder ver unos minutos a su esposo.
“Yo no me quedo a dormir aquí, sólo vengo a visitar a mi esposo que está internado desde el domingo, lo están atendiendo de las vías urinarias”, expresó.