A Benito Albino Solanche, originario de la Ciudad de México, si le hubieran dicho que luego de realizar trabajos de oficina frente a una computadora iba a estar dirigiendo un rancho, criando avestruces, se hubiera reído de tal pronóstico, sin embargo, ahora se encuentra realizando los últimos trámites ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para poder comercializar el resultado de su producción.
Entrevistado en su rancho ubicado entre la carretera Telchac Pueblo-Sinanché, señaló que este proyecto lo inició su cuñada y la familia del esposo de ella, hace cinco años, sin embargo, debido a que como todo inicio es difícil y éste en lo particular es costoso desistieron y es por lo cual desde hace tres años que Albino Solanche está al frente de este rancho, en el cual colaboran cinco personas, el cual ya está viendo resultados.
“El error que tuvimos en un principio es que compramos en la ciudad de Guadalajara ocho pollos de tres meses, que tienen ahora un costo promedio de 4 mil 600 pesos, lo cual atrasó el avance debido a que los machos, para entrar en época de reproducción, tardan tres años y las hembras dos años y medio, tiempo en el cual todo es invertir en alimentación y cero ganancias”.
Dijo que fue un problema al final del día esperar todo este tiempo, en el que no hay ganancias y es solamente invertir en el cuidado y la alimentación de las aves, por lo cual recomienda para quienes quieran iniciar en este tipo de producción que se asesoren, pues lo ideal hubiera sido adquirir machos ya reproductores, y hacerlo siempre en lugares establecidos.
Recordó que con sus animales adquiridos formaron dos tríos, de un macho y dos hembras, y una pareja, que se diferencian entre ellos por el color de sus plumas, los cuales separaron debido a que estos animales son muy territoriales y ahora ya cuentan con 30 animales nacidos en el rancho y que son bien resistentes a los climas cálidos como el del Estado, el cual es idóneo para ellos.
Indicó que han ido de la mano con el rancho Tivka Agrotech RS del municipio de Tekantó y del veterinario cubano Rainer Díaz, pues son los más especializados en el cuidado y manejo de estas aves que son de la familia de los ratites, aves corredoras que no vuelan.
El entrevistado indicó que quiere fomentar en los campesinos que vean en la crianza de los avestruces una alternativa para generar ingresos de manera sustentable tanto o mejor que la cría de ganados y borregos.
“Nosotros apenas estamos empezando, sacando los permisos con la Semarnat, y puede ser un proceso de crianza cansado, sobre todo, para una persona citadina, pero hay que tener paciencia para tener un proyecto así”.
Cuidado de los avestruces
Benito Albino señaló que el manejo de las aves no es tan delicada en su etapa adulta, pero sí cuando son pequeños, ya que cuando están recién brotados los tienes que sacar de “la nacedora”, luego de dejarlos aproximadamente seis horas para que aprendan a caminar y comer en un cunero, además que cuando nacen se les tiene que curar el ombligo, tres veces al día, y a los cuatro o cinco días se les pasa a piso donde ellos empiezan a caminar y correr.
“Si en los primeros 15 días te sobrevivió el pollo ya está listo para pasarlo al campo y empezar a crecer”.
En cuanto a su alimentación señaló que es costosa con alimentos balanceados, pero ellos han descubierto que las hojas de huaxín y el zacate taiwán, están siendo una fuente importante de nutrientes para ellos y por lo cual se les combina; además de que a diario se le tiene que cambiar el agua y el alimento porque no consumen el del día anterior.
“A un avestruz adulto se le dan dos kilos diarios de alimento, en tanto que a los pequeños se le tiene que alimentar dos veces al día, pero se le vierte un kilo de alimento pasto picado y ramas de huaxín para lograr un buen alimento”.
Dijo que la mayor parte del animal es vendible, desde pollo hasta adulto, a la edad de entre diez meses a dos años se tiene que vender la carne, porque luego de ese tiempo la carne empieza a ponerse más dura para consumo humano, la cual es carne magra, libre de grasa.
“Las plumas son muy comercializadas para los carnavales, los huevos para la alimentación y los cascarones están siendo utilizados para realizar artesanías como lámparas y colgantes; se venden las pezuñas, la grasa y la piel, por lo que 90 por ciento del animal es comercializable, por lo cual es más costeable que un ganado”.
Indicó que estas aves cuando están en temporada de apareamiento, regularmente en los meses de noviembre y diciembre son agresivas, obteniendo huevos cada tercer día, los cuales llegan a pesar de un kilo 100 a dos, no contienen colesterol y los cuales pueden alimentar hasta siete personas y que se comercializan en lugares establecidos, en 200 pesos aproximadamente, en tanto que los cascarones se venden en 100 pesos.
“El kilo de la carne de avestruz se encuentra ahora en 350 pesos y las hamburguesas en 80 pesos, siendo que por cada animal se sacan entre 28 a 30 kilos de carne magra, además que la piel es la segunda más resistente para la realización de bolsas, cinturones y calzado”.
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JG