La suerte se encuentra del lado de los pescadores Eduardo Díaz Yam y Joaquín Aguiñaga del municipio de San Felipe, Yucatán, quienes ahora capturaron una cherna de 52 kilogramos a 13 millas náuticas, es decir, casi la misma distancia donde atraparon la primera que pesó 96 kilogramos; la familia agradeció grandemente esta bendición al creador.
Reyna Díaz Yam, hermana de Eduardo, explicó que han sido muy afortunados, ya que en tan sólo esta semana han logrado la captura de dos grandes ejemplares muy difíciles de pescar por su enorme tamaño y peso; sin embargo, este suceso también lo ha vivido su padre, Manuel Ubaldo Díaz Alamilla, quien hace diez años atrapó una cherna con un peso de 112 kilogramos, en aquel entonces Eduardo aún era muy joven y acompañaba a su padre en la pesca.
Jamás imaginó que nuevamente, al salir a pescar otra vez, se repetiría esa hazaña con otro ejemplar de la misma especie que había atrapado a tan sólo tres días de diferencia; la gente lo esperaba en el muelle con este enorme ejemplar que, después de ser bajado de la embarcación con las iniciales C.J.R.L. (nombres de sus tres pequeños y de su esposa), pesó 52 kilogramos y, al igual que la primera, lo pudo vender en 110 pesos el kilogramo.
Su hermana Reyna, al igual que los demás integrantes de la familia, se encontraba muy emocionada y contenta, pero sobre todo agradecidos todos con Dios porque no es común que se logren capturar enormes ejemplares como los que atraparon Eduardo y Joaquín con tan pocos días de diferencia.
Nuevamente los hombres de mar recibieron las felicitaciones y reconocimientos de sus compañeros, además de que la noticia de nuevo trascendió fronteras, como ocurrió la primera ocasión, cuando atrapó el enorme pez de 96 kilogramos.
De la misma manera, tan sólo esta semana, San Felipe, Yucatán, ha estado en las principales páginas de los medios de comunicación, tanto impresos como en las redes sociales, ya que también Joel Díaz Alcocer dio a conocer que capturó un pargo perro o pek maya, como lo conocen en este puerto.
Díaz Alcocer logró la captura del pek maya, como ellos lo conocen en este lugar, con un peso de poco menos de 40 kilogramos y un metro de longitud, con esto el pescador logró sacar para los gastos de combustible.
Los golpes de suerte no son todos los días, señalan los pescadores, pues hay ocasiones en que son puras pérdidas y se van acumulando las deudas, al salir a la pesca o al buceo se desconoce si habrá o no buena captura, muchos llegan decepcionados y otros llegan alegres al lograr una buena jornada.
Sin embargo, en lo que va de esta semana, dos pescadores han logrado la captura de enormes especies de escama de gran kilaje que son pagados a buen precio, por ejemplo, la cherna fue comprada en 110 pesos cada kilogramo.
Tanto los pescadores que utilizan palangres como los pulperos que lo hacen de manera artesanal, así como los buzos, enfrentan innumerables peligros en el mar; sin embargo, ellos se arriesgan por ir a su jornada desde muy temprano y llegar a las brazas adecuadas para poder empezar con la jornada.
Por ejemplo, los buzos se enfrentan con todos los peligros que hay en el lecho marino con el afán de llevar el sustento en sus hogares; actualmente las condiciones no son las mismas que en años anteriores, cuando se podía lograr una buena captura de especies que permitían la sobrevivencia.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información.
JG