En el marco de una enigmática noche en la que se conjugó el mundo de los muertos con el de los vivos se llevó a cabo el tradicional Paseo de Ánimas en Tizimín, Yucatán.
Aunque no asistieron numerosas personas como en años previos a la pandemia por COVID.19, el derrotero fue lúcido y colorido protagonizado por hombres y mujeres que portaban el traje regional pintados en sus rostros o con máscaras personificando a las animas con tamborcitos y velas en sus manos que iluminaban el derrotero donde también participaron una que otra catrina.
Este caminar partió del centro de la ciudad hasta concluir en el cementerio antiguo ambientado por la música de la charanga.
En el trayecto numerosas personas que salían a las afueras de sus hogares disfrutaban de su paso.
A su llegada se realizaron presentaciones artísticas de los grupos de canto y danza de la casa de la cultura, así como de un show cómico y las estampas yucatecas a cargo del ballet folklórico Nicte-Ha.
Para cerrar con broche de oro está celebración se realizó un certamen de catrinas, en la categoría Infantil el primer lugar se lo acreditó Karla Valentina Cob Dzib y en la categoría juvenil el primer sitio lo obtuvo Angélica Alvarado Pérez.