Poco más de 60 personas acompañaron a la Virgen de la Inmaculada Concepción, en una procesión que se realizó en los corredores del atrio del convento después de ser bajada de su camarín.
Ayer por la mañana, antes de la misa del mediodía, decenas de fieles católicos y devotos a la efigie de esta ciudad la acompañaron en un recorrido que se realizó bajo los corredores del atrio del convento de San Antonio de Padua después de que los custodios la bajaron de su camarín con el cual da inicio de manera formal las festividades religiosas que se celebran en honor a la imagen de la virgen María en su advocación de la Inmaculada Concepción y que durarán hasta el próximo 8 de diciembre.
Fue recibida con aplausos y vítores la que los fieles católicos ven como madre de Jesús. Llegó al altar principal, donde fue colocada para dar paso a la ceremonia litúrgica que presidió el párroco Fray Mario Gabriel Moo Chalé. En su mensaje, el clérigo destacó la virtud espiritual de María como madre de nuestro salvador y con fe hoy iniciamos su festividad.
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