Yucatán

Asael Rosado cumple promesa con la venta de imágenes religiosas en Yucatán

Todos los días recorre los municipios del Estado para ofrecer las imágenes a cambio de dinero o retazos de oro
El vendedor solía expender varias piezas durante la feria de Xmatkuil / Isaí Dzul

Después que San Judas Tadeo le cumplió una petición de fe hace cuatro años, Asael Rosado, de la ciudad de Mérida, se traslada todos los días a diferentes municipios del interior del Estado para ofrecer diferentes imágenes a las personas a cambio de valor monetario o, en otros casos, a cambio de pedazos de retacería de oro que ya no utilicen las personas.

Caminando por las calles y hablando sobre la historia del santo venerable, es como va convenciendo a los fieles devotos de adquirir sus imágenes y continuar con el camino de la Iglesia Católica. “Muchas de las personas solo tienen la imagen en pequeños cuadros, algunas adquieren figuras para tenerlas en las capillas de sus hogares y así rendirles rezos o novenas”, mencionó.

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Imágenes como de la Guadalupana, Divino Niño, Niño de las Palomas, San Judas, entre otras, son las que la mayoría de las personas adquieren. Ahora que se acerca el 12 de diciembre, la gran mayoría ha estado adquiriendo a la Guadalupana junto a San Diego, “la Guadalupe se ha estado vendiendo con aumento en estas fechas, muchos que hacen novenas la sortean entre los asistentes o las dan de recuerdo a las nocheras”, aseveró Asael.

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Tras el confinamiento a causa de la pandemia, poco a poco se han ido reactivando las actividades religiosas en los municipios, lugares en donde hay gran presencia de devotos que adquieren las imágenes para venerar, pues de acuerdo con Asael, la diferencia es notoria cuando los compara con la cantidad de compradores que tiene en la capital.

Desde hace dos años que no se realiza la feria de Xmatkuil, lugar en donde Asael aprovechaba para vender en abundancia su trabajo. “En la feria vendíamos bastante todos los días; no había día que no tuviéramos venta segura. Allí estuviéramos vendiendo ahora si no hubiera pandemia”, aseveró.

Cuando visita un municipio, Asael y sus otros compañeros se dividen en diferentes puntos para vender a lo largo del día, llegando a vender hasta dos figuras por persona. “Nosotros lo hacemos porque nos hicimos la promesa de hacer esta acción, somos muy católicos y recibimos muchas bendiciones al momento de hacer este oficio”.

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