Comerciantes locales volvieron a quejarse del Ayuntamiento de Progreso, debido a que, desde ayer, fueron colocados aditamentos en cada una de las entradas del Malecón Tradicional con el fin de cerrar el paso a cualquier vehículo particular que desee tener acceso al boulevard. El administración municipal hasta el momento no ha emitido una postura oficial al respecto.
En ese sentido, funcionarios municipales, quienes pidieron anonimato, aseguran que la medida se aplicó para volver a certificar el puerto con la insignia Blue Flag, la cual se retiró hace un mes por los trabajos que realiza Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) con un par de obras para cada malecón.
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Llama la atención que hasta el momento la Comuna no ha dado a conocer alguna postura o razón del cierre de paso de vehículos, mismo que se originó desde los días de Semana Santa cuando se cerró por segunda vez el Malecón Tradicional e Internacional.
“No entendemos porque le quitan esa cercanía a la gente del puerto y a sus visitantes la oportunidad de admirar la playa. Se están olvidando también de la gente discapacitada que no tiene las facilidades para bajar de su vehículo y ver el mar”, aseguró Felipe Nah Concha, vendedor ambulante en motocicleta.
El último lapso en que se tuvo el acceso abierto a los automóviles particulares, fue durante los días posteriores en que azotó la Tormenta Grace en el puerto y se ameritó el paso de grandes móviles que ayudaron a meter mobiliario a los restaurantes para evitar destrozos.
La nueva medida ahora sólo otorgará entrada a unidades de la policía y en ocasiones calendarizadas a los camiones de Prolimpia. Por lo que con ello se evitará el acceso a por lo menos una centena de ambulantes a bordo de vehículos de dos ruedas.
Por otra parte, la jornada de playa de este viernes fue una de las menos concurridas, sostuvieron los mismos comerciantes, pues apenas se tuvieron a 300 personas en toda la periferia del cuadro turístico que empezaron a llegar desde el mediodía.
“La baja de gente la esperábamos desde hace semanas atrás, ganar de 500 a mil pesos sólo en propinas durante el fin de semana de octubre y noviembre es algo que nunca habíamos visto. Tememos por nuestros trabajos, ya que normalmente hay cortes de personal para que los dueños no pierdan ingresos hasta el mes de marzo que inicia el calor en la península”, expresó Marbella Chan Basto, hotess de conocido restaurante.
Las familias, incluso, optaron por alejarse del mar y sólo ocupar algunas palapas en la zona de arena, pues las bajas temperaturas condicionaron una jornada que los comerciantes aseguraron iba a atraer a un millar de visitantes.
“Nunca habíamos vivido algo así, es increíble que no se dé cuenta la autoridad que afecta a más de 100 locatarios de toda la prolongación. Antes de los cierres la gente se aparcaba unos 10 minutos y se iba contenta, vendía al menos por mi parte hasta 50 vasos de esquite por jornada fuera de fin de semana”, indicó una vendedora que prefirió omitir su nombre para evitar problemas con el área de recaudación fiscal.
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JG