Las financieras que ofrecen dinero en efectivo son una alternativa para las personas que tienen que saldar un imprevisto o emergencia.
Sin embargo, los préstamos no son una opción en la temporada decembrina, pues la afluencia de clientes disminuye cerca del 50% debido a la derrama económica.
“En meses altos atiendo mínimo a 20 personas, que vienen con el real interés de obtener el crédito. Ahora, a lo mucho, vienen 10 y nada más a pedir información”, contó Cristian Sabido, empleado de “Apoyo Económico”.
Apuntó que al principio de diciembre hubo un “poco más” de movimiento. “Gente que tiene algún negocio, venía a hacer un préstamo para invertir en lo que iba a vender estos días”, indicó.
Las últimas semanas, entonces, han sido de poca clientela, pero “ya volverán en un mes”, dijo el asesor financiero.
La “cuesta de enero” es cuando más interesados acuden a su local. También “para el verano por las vacaciones o por el regreso a clases”, apuntó Lucía Dzib, de “Financiera Independencia”.
Para esas temporadas, “no puedes ni levantarte de tu lugar”, señaló y dijo que llega a atender a unos 30 interesados. Ayer no estaba cerca de la mitad.
Como informó POR ESTO! ayer, en su entrega de las casas de empeño, la mayoría de las personas están tratando de saldar sus deudas o de recuperar sus artículos.
El negocio informal y los empleados con sueldo quincenal son el mercado principal de las financieras.
Los préstamos están sujetos a buró e historial crediticio. Los montos y plazos a cubrir se negocian a partir de la cantidad que se recibirá y percepciones.
En “Financiera Independencia” se manejan diferentes tasas de interés, dependiendo de si la persona tiene un salario fijo, cobra por honorarios o si está emprendiendo. Y el préstamo puede variar, también de acuerdo a las pretensiones del solicitante, de entre 3 mil y 35 mil pesos.
En “Apoyo Económico” la apuesta es el microempresario, que necesita capital para sus insumos y productos. “Si son aprobados, se les autoriza desde cinco mil pesos”, dijo Sabido, quien al respecto explicó que “tienen que comprobar que al menos perciben 2 mil pesos.
Sobre la mucha competencia en el mercador de financieras, Lucía apuntó: “lo que nos distingue es que no empleamos plazos forzados, el cliente tiene libertad”.
“El cliente puede pagar la deuda en el momento que él desee, sin importar cuántos plazos han pasado”, explicó. “Hay algunos lugares donde exigen un mínimo de intereses y no permiten la liquidación”.
Sabido afirmó que en su sitio de trabajo se maneja igual y que “se puede ir abonando a capital cuando se pague un plazo”.
Por lo pronto, quedó a la espera de un 2022 promisorio en afluencia de deudores y clientes.
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CC