El cobro del aguinaldo ha propiciado un aumento importante en la afluencia a las casas de empeño, que tienen un incremento del 20 al 30 por ciento en recuperación más que en meses anteriores.
En su mayoría, la gente busca recuperar sus artículos en temporada decembrina, señaló Carlos Ricalde, subgerente de Fundación Dondé, casa de empeño.
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En la casa “¡A Favor!”, la situación es similar. “Vienen a sacar lo empeñado”, dijo G.N.U.C.
La encargada de la sucursal centro de dicho negocio, indicó que también acuden muchos interesados en comprar la joyería que ya tienen disponible para vender.
En ese sentido, comentó que “somos una casa de valores” y por eso cuentan con estrictas medidas de vigilancia e incluso cuenta con el apoyo de un agente de policía.
Con mucha competencia en la calle 69 del centro, G.N.U.C. afirmó que la mejor forma de atraer clientes es “brindándoles el mejor servicio”.
Solo así logran tener la confianza de la gente, para así las personas regresen reiteradamente como la señora María Valle.
Vecina de la colonia Emiliano Zapata Sur fue a pagar su refrendo y abonar a capital por joyería. “Ya llevo como dos o tres años como su cliente, la verdad te sacan del apuro cuando tienes un gasto imprevisto”, contó.
El Monte de Piedad es la principal opción para los meridanos para empeñar un artículo o prenda, pues ofrece una tasa de interés menor, de entre el 3 y el 4.5%. Pero, sobre todo, otorga un mínimo del 40% del valor hasta un 79%.
En negocios similares, se maneja del 2 al 5% o más, dependiendo del valor y el tiempo acordado para recuperarla, así como un promedio del 55% del valor, sujeto al modelo y lo conservado que éste el objeto.
En el caso de Fundación Dondé, Ricalde explicó que a todos sus clientes se les “ofrecen alternativas”, cuando sienten que no pueden pagar. “Se puede renegociar los plazos”, señaló.
Asimismo, explicó que un objeto se pone a la venta 15 días después que el dueño renuncia a recuperarlo.
En su local lo que más empeñan son los teléfonos. Al respecto, reveló que tienen una forma de valorar y de comprobar, mediante el número, si el celular “tiene contrato”, que significa que no lo han terminado de pagar.
Así evitan recibir un artículo que muy posiblemente no van a reclamar y que luego no van a poder vender.
Manejan un refrendo de cinco meses, lapso en el que se puede saldar el monto recibido, más la tasa de interés, o al menos pagar el refrendo. Asimismo, el subgerente de sucursal indicó que manejan tasas preferenciales para sus clientes con más tiempo.
“Pero ellos deciden cuándo liquidar. No tienen que esperar el plazo. Pueden pagar un día después sí tienen la opción”, explicó G.N.U.C, quien dijo que su refrendo es de cuatro meses, pero igual se puede adaptar a las necesidades.
Didiar Vázquez no tiene una predilección por un negocio en particular y acude al que le queda más cerca de su casa o al paso de su trabajo. En su caso, empeña su consola de videojuegos, que normalmente le vale una buena cantidad de dinero.
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CC