Habitantes de la comisaría de Chunchucmil, en Maxcanú, piden cuentas claras con respecto a la venta de la hacienda del mismo nombre. Afirman que están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias con tal de que se les pague lo justo, pues alegaron que la comisaria es dueña de la propiedad, ya que Rafael Peón Sosa, fundador de la comunidad, les entregó el documento que avalaba la propiedad como suya.
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Los lugareños relataron que el contratista intermediario al que apodan "Chilango" los ha agredido y ha clausurado en varias ocasiones la entrada del lugar, pues ahora el recinto tiene un nuevo dueño.
Osvaldo Keb, representante de colonos, indicó que la venta del inmueble fue hecha sin la autorización de los lugareños, señaló que previo a la supuesta compra tuvieron una reunión con un presunto comprador llamado Juan Zaragoza. Sin embargo, no fue cerrado ningún trato, posteriormente meses más tarde, cuatro presuntos líderes de la comisaría confirmaron la venta sin decirles quién fue el comprador, ni cuánto les pagarían por la venta. Comentaron que la hacienda está valuada en más de 7 millones de pesos, por lo que les correspondería alrededor de seis mil pesos a los poco más de mil 300 lugareños que cohabitan en Chunchucmil.
“Un día llegaron los supuestos líderes de la comisaría, que por cierto sabemos que han estado detrás de todo este fraude con respecto al pago de la hacienda son Fabricio Campos May, Eleuterio Chuc Pool, Celestino Canul May y Filiberto Uc Campos. Llegaron a decirnos que nos iba a tocar 3 mil pesos nada más. Pero se había acordado que serían 6 mil, y que si queríamos lo tomáramos y si no, pues ni modo, pero el problema es que más de la mitad de los que vivimos aquí no hemos recibido un peso de eso”, dijo Keb.
El representante comentó que al no ver reflejado dicho pago se dirigieron al encargado de la obra, un contratista que, aunque no se identificó con credenciales lo identifican como El Chilango, quien ha cambiado la fecha de pago en tres ocasiones, e incluso ha amenazado con tubos y machete a los colonos.
“Nos dice un día, cuando llega la fecha lo pospone y así nos vino toreado, cuando vimos que empezó a trabajar en la hacienda y a meter materiales y maquinaria le dijimos que primero tiene que pagar para poder remodelar y se indignó. La primera vez se salió y no pasó nada, a los tres días regresó y puso candados en la reja de entrada y bloqueó el paso con carros. Cuando se dieron cuenta los vecinos fueron a llamarme y autoricé que se rompieran los candados y entráramos a hablar con él, pero sólo recibimos insultos y agresiones. La última vez contrató gente de Santa María Acú (otra comisaría de Maxcanú) para que viniera a agredidos con machetes y pedradas. Nos amenazó machete en mano, diciendo que si no lo dejamos trabajar se marcharía las manos de sangre”, expuso Osvaldo.
Amenazan con tomar el lugar
Los lugareños puntualizaron que no tienen miedo a las acciones que pudiera tomar el contratista, ni el dueño del lugar, al contrario, quieren que este aparezca para que les resuelva dudas importantes, por lo que tomarán el lugar de ser necesario para llamar la atención de las autoridades.
“Queremos que nos aclaren muchas dudas, no queremos asegurar que las autoridades municipales estén coloridas con esta venta ilegal que en primera instancia no autorizamos, la hacienda es patrimonio cultural no sólo de Chunchucmil y de Maxcanú si no del Estado, ya que la hacienda tiene 150 años por el fundador de la comisaría, Rafael Peón Sosa.
Los colonos señalaron que de no presentarse el dueño en cuestión y ver al contratista trabajar sin haber proporcionado el pago que les corresponde, se desatará una guerra campal, afirmando que no permitirán más atropellos e injusticias, como también procederán a hacer una manifestación a las puertas del Ayuntamiento y posteriormente un plantón en la capital del Estado.
“No queremos pelear, pero si nos amenazan de muerte, nos roban lo que por derecho nos corresponde y nos insultan, daremos pelea, haremos una manifestación en el ayuntamiento de Maxcanú y de Mérida si es necesario”, indicaron los habitantes.
Los afectados comentaron que otra alternativa sería anular dicha venta y que el gobierno del Estado designará la hacienda como lugar turístico para que los turistas visiten el municipio y sus comisarias, con una cláusula donde se asegure el trabajo y la mejora económica de los lugareños.
“Estaría bien que no se venda y que se designe el lugar como lugar turístico y así puedan darle trabajo a muchos de los que vivimos aquí, ya que la economía está muy mal, hacer un tianguis o eventos culturales, poner bazares o kermeses que involucren a los visitantes, como lo hacen en la Feria de la Jícama, pero más seguido” aseveró Vilgay Jeremías Gómez.
Parte del material de construcción se quedó dentro de la hacienda, esto como marca de que los trabajos continuaran. Sin embargo, los maxcanuenses afirmaron que la guerra la iniciaron los compradores no ellos.
“Queremos que todo se haga conforme a la Ley, con documentos en mano, no somos gente ignorante e irracional como nos dice el Chilango, pero tampoco somos tontos, sabemos lo que vale y lo que nos pertenece, y también queremos cuentas claras para amistades largas”, finalizaron.
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CC