Con el reciente incremento del peaje de la autopista federal Mérida- Cancún, la vía se ha posicionado como la segunda más costosa del país; a pesar de que los conductores erogan un total de 534 pesos por cruzar la caseta, en un recorrido por la zona se confirmó lo planteado por usuarios y transportistas: se ha vuelto insegura y difícil de transitar por las obras de ampliación de carriles que se llevan a cabo, lo que genera constantemente retrasos y pérdidas de vuelos, así como accidentes.
Las obras de ampliación a 4 carriles de la parte Norte de la autopista, forman parte del proyecto del Tramo 4 del Tren Maya. Una vez que se concluyan, se comenzará a trabajar en el carril Sur, sobre el que correrá la locomotora.
Dichos trabajos han tenido dos visitas de supervisión del presidente Andrés Manuel López Obrador, y a la fecha han generado, no sólo la presencia de maquinaria pesada, sino también volquetes y camiones de gran tamaño que transitan sobre la carretera, así como desviaciones en más de 50 kilómetros de la autopista.
Autos, camionetas, autobuses de turismo, tráileres, volquetes, y todo tipo de vehículos que se dirigen hacia Mérida o Cancún, lo hacen (sin excepción) sobre un mismo carril. Sólo avanzan divididos por señalamientos viales denominados “trafi -tambos” de color naranja. Además, es evidente que estas desviaciones propician que el tráfico sea lento.
A pesar de lo anterior y de que estas afectaciones son por tiempo indefinido, hasta que esté lista la ampliación de la vía y se inicien las obras del Tren Maya (lo que no se ve cercano), los conductores deben pagar por una de las autopistas de cuota más caras del país.
Con el reciente aumento a las casetas operadas por Caminos y Puentes Federales (Capufe) de la Secretaría de comunicaciones y Transportes (SCT), vigente a partir del 15 de febrero, los conductores que transitan, del tramo de Kantunil a Valladolid deben pagar 196 pesos cuando la tarifa anterior era de 190; es decir, un incremento de 6 pesos. Aquellos que viajan en motocicleta desembolsan 98 pesos (4 pesos más), y los choferes de autobuses y camiones de dos ejes, 374 pesos (incremento de 11 pesos).
Para el tramo completo de Kantunil a Cancún se debe pagar 18 pesos más, es decir 534 pesos en total. Por motocicleta se erogan 267 pesos (8 pesos más), y autobuses y camiones de dos ejes, 998 pesos (incremento de 20 pesos). Con lo anterior, la autopista Mérida-Cancún se ubica como la segunda más cara del país, sólo detrás de la Durango-Mazatlán, en la que los automovilistas pagan por el tramo completo una cantidad de 668 pesos.
En tercer sitio está la autopista Cuernavaca-Acapulco que cuesta 525, después está la autopista La Tinaja-Cosoleacaque (Veracruz), en la que se deben pagar 455 pesos y en quinto lugar la autopista Estación Don a Nogales (Sonora) con desembolso de 441 pesos. A pesar del alto costo de la autopista Mérida-Cancún, hoy día es poco funcional y riesgosa, de acuerdo con lo comentado por usuarios.
Como el caso de un automovilista, que pidió se le llamara Alberto, quien cada tercer día viaja por esta vía. Entrevistado luego de detenerse por un momento en el parador de la caseta ubicada en la salida a Pisté, expuso que con las obras y desviaciones que hay es difícil transitar, sobre todo porque al ir todos en un mismo carril hay un riesgo porque hay la presencia todo el tiempo de vehículos pesados, tráileres y autobuses.
Además, dijo que particularmente en la noche se vuelve “todo un reto” porque en el mismo carril vienen los autos con la luz de frente hacia al conductor que transita hacia el otro lado; además que se iluminan los “fantasmas” y luces que están en los llamados “trafi tambos”.
También, comentó que mucha gente se ve sorprendida y la situación de la autopista toma por sorpresa a muchos que llegan retrasados a su destino. Hay algunos, aseguró, que incluso han perdido sus vuelos, ya sea en Mérida o en Cancún por llegar tarde.
“Hay que tener en cuenta que hay una hora de diferencia (entre ambas ciudades) y hay personas que no saben que hay obras, desviaciones y todo lo que ocurre en la carretera. Y llegan tarde a su destino porque es un hecho que el tráfico se hace lento y más si tienes un volquete lleno de material por delante”, comentó.
Por su parte, el secretario general de la Alianza Mexicana de Organización de Transportistas en Yucatán (Amotac), Andrés Poot Alonzo, confirmó que hay un impacto por el aumento de las tarifas en las casetas para este sector, pero lo que más preocupa es el riesgo latente.
“El tema acá es que, en por lo menos el 50 por ciento de la autopista o más, sólo está funcionando la mitad y por ahí tienen que circular todos los autos, camiones, motos, en fin, todos. En este sentido hay descontento porque se está pagando y ahora con un incremento”.
“Es una autopista cara, creo que no hay la seguridad suficiente, y es posible que crezca más el descontento, por ejemplo, de los grandes monopolios del transporte por este incremento”, dijo. Agregó que se han dado accidentes de diversos tipos en la vía, tanto de autos particulares como de camiones de transporte. Consideró que, “el 60 por ciento de éstos se han dado por las obras del Tren Maya y el desconcierto que generan las desviaciones y otras circunstancias implícitas”.
“Hay muchas obras y lo que han manifestado los transportistas es que no hay vigilancia adecuada. Al menos la gente que tiene experiencia manejando como los camioneros pueden salir librados, pero no así la gente de otros Estados o de otros países que de plano se pueden accidentar”, comentó. Señaló que otro tema de riesgo es que, debido a las obras, en la carretera hay gravilla, lo que constituye un riesgo para los automovilistas.
“También hay retrasos y se han dado casos, por ejemplo, que un cargamento está programado para llegar a las 6 de la mañana, pero llega un par de horas más tarde por las desviaciones”, expuso.
SY