Con 130 carpetas de investigación abiertas desde el 2018 sin ninguna solución, hasta la fecha la Ley Olimpia no avanza en Yucatán. Así lo declaró la representante del Frente Nacional para la Sororidad en la entidad, Emma Luisa Arteaga.
Esta normatividad consiste en un conjunto de reformas realizadas a los Códigos Penales de las Entidades federativas, así como a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, mediante las cuales, se reconoce la violencia digital como un tipo de delito.
La Ley Olimpia surgió, luego de que, en 2014, un video íntimo de Olimpia Melo Cruz se difundiera en redes sociales por su expareja. El material provocó burlas e insultos para la joven que se vio agredida en las plataformas sociales. La afectada impulsó junto con otras mujeres, una iniciativa de ley en Puebla, la cual buscó reformar el Código Penal de dicha entidad federativa, logrando que se discutiera y que el Congreso local le diera su aval en el año 2018.
En Yucatán, se logró que se reconozca la violencia digital como un tipo de agresión en la Ley de los Derechos de las Mujeres a una Vida con Mayor Libertad, también en el 2018.
En la última década, 9 millones de mujeres han vivido esta agresión en México; a finales del 2017, se han abierto 2 mil 143 carpetas de investigación, de las cuales el 83 por ciento sigue en trámite y el 17 por ciento restante, encuentran alguna forma de conclusión.
Al respecto, la activista yucateca dijo que “la violencia con el sexo femenino en nuestro país, actualmente es un problema muy grave. Las mujeres están siendo violentadas, además de los espacios offline, en los espacios online, es decir agresión digital. Ésta se lleva a cabo a través de las plataformas como redes sociales, correo electrónico, aplicaciones; las cuales causan daños a la dignidad, integridad y seguridad: Además tienen impacto muy negativo en la vida de las personas”.
En cuanto a que tan grave es la situación, expuso que “hay que tener mucha precaución porque puede orillar a la afectada al suicidio. Sabemos que el internet es peligroso, no es un lugar seguro. Hay varios tipos de acoso en las redes sociales, hablemos de la digital sexual, que es la que pasa mayormente a las mujeres”.
“Cuando una chica es expuesta a este tipo de agresión, se le culpabiliza y hay que tener claro, el culpable es quien comparte contenido sin autorización. Hay que cambiar la atención hacia los que cometen el delito y dejar de culpabilizar a las víctimas. Es grave, ya que las niñas y las adolescentes son las que más están expuestas a este tipo de acciones”.
“Cómo sociedad tenemos que hacer esfuerzos para protegerlas y tener muy en cuenta que es delito el publicar, difundir, compartir o exhibir las fotos, videos, audios o texto de contenido sexual sin consentimiento de la persona que los protagoniza, a pesar de que se le hayan sido confiados”.
Emma Luisa Arteaga ha estado inmersa en este tema desde hace mucho tiempo, tiene un diplomado sobre violencia de género y discriminación, el cual lo tomó en el Centro de Estudios Martinianos de La Habana, Cuba.
Sobre las recomendaciones para evitar ser víctima, compartió que “hay que tener mucha seguridad en las cuentas sociales; a la vez, entender que internet no es un lugar seguro y no confiar los datos personales a nadie. Estar muy alertas y tener en cuenta que en la persona que hoy confías, mañana puede ser el agresor”.
“Debemos recordar que la web es un sistema patriarcal y no estamos seguras, y aun teniendo el derecho a vivir nuestra sexualidad como nos plazca, es mejor prevenir. Los cuerpos de las mujeres siempre son cosificados, hipersexualizados y utilizados como producto de consumo, causando mucho daño”.
La activista señaló que, se está lejos de llegar a una solución, “nos falta mucho por hacer, es un tema que apenas se está visibilizando gracias a Olimpia Coral Melo. Nos falta mucho en materia de prevención, enseñar a las niñas y adolescentes a protegerse en internet. Este algo primordial, yo le apuesto a la prevención”.
En los lineamientos de justicia subrayó que “las instituciones no están preparadas, no existe un protocolo de atención a víctimas de violencia digital en nuestro estado. Cuando las afectadas deciden denunciar son revictimizadas, vulneradas al extremo de pedirles que se desnuden para ver si realmente son ellas las que aparecen en los contenidos, falta muchísima capacitación”.
“En Yucatán, un buen número de carpetas con denuncias no avanzan. Para ser exactos son 130 carpetas de investigación que no se resuelven desde el 2018, lo que provoca que los agresores sigan comercializando y compartiendo esos contenidos. Es una trata de personas virtual y lo más grave, es que en su mayoría son menores de edad. Aun así, las autoridades se ven rebasadas por la delincuencia organizada que dirige esos sitios donde son vulneradas y vendidas día a día las víctimas”.
“Desafortunadamente las niñas y las adolescentes son las que más están expuestas a este tipo de violencia, como sociedad tenemos que hacer un esfuerzo para protegerlas”.
La activista recalcó que, gracias al activismo de Olimpia se logró visibilizar este tipo de violencia en el 2014. “Actualmente esta serie de reformas impulsadas por ella y por el grupo de mujeres voluntarias que conformamos el Frente Nacional para la Sororidad y Defensoras Digitales, está vigente en 28 estados de la República. Pasó recientemente por la Cámara de Senadores para su aprobación nacional; actualmente se encuentra en el Congreso”.
“Como en todos los tipos de violencia hacia la mujer, igual con la violencia digital, la justicia es muy tardía. Su acceso tiene una deuda histórica con las mujeres, se avanza con mucha lentitud”.
Finalmente, concluyo diciendo que “cómo feministas le apostamos a la prevención, no queremos más gente en la cárcel, sino que disminuya ese tipo de violencia. Sabemos que es un trabajo en conjunto desde los diferentes sectores de la sociedad y estado. En todo el país solo 6 casos han sido judicializados por las ineficiencias en el sistema; hace falta mucho aprendizaje de todos los involucrados en impartir justicia”.
SY