Adultos mayores que trabajaban como empacadores en supermercados demandaron ayer a las autoridades una solución definitiva a su problema y que tomen conciencia de la difícil situación que enfrentan luego de haber perdido su empleo desde marzo pasado.
En este sentido, solicitaron que se les vacune contra la COVID-19 para que así no haya pretexto para regresar a laborar a los supermercados. Los manifestantes convocaron ayer a rueda de prensa para dar a conocer el documento que días antes entregaron a la diputada local de Morena Fátima Perera Salazar, quien se comprometió a darles una respuesta a más tardar a fines de mes. De acuerdo con el documento, son tres las peticiones concretas para las autoridades estatales y federales, según expuso el señor Fernando Galván Hernández, de 66 años de edad.
La primera es que se gestione una solución definitiva a su problemática y que las autoridades federales y locales tomen conciencia de la gravedad que viven tras haber perdido su empleo. Además, que se les vacune contra la COVID-19 y que se cumpla con las medidas de protección sanitaria en los supermercados y así puedan volver a trabajar. Finalmente, que las autoridades federales y gobernadores autoricen a las tiendas de autoservicio el retorno a su trabajo, a la brevedad posible.
Narró, como parte del documento, que se trata de un grupo de personas de la tercera edad que prestan servicios de empaque de mercancías, pero desde marzo de 2020 se quedaron sin trabajo por la pandemia.
“No contamos con otra fuente de ingresos que nos permita subsistir, por lo que estamos pasando por una situación económica y emocional muy complicada”, expuso. Afirmó que, buscando una solución al problema, desde junio del año pasado hicieron un plantón en Palacio de Gobierno. Entonces, dijo, veían viable regresar a su trabajo con las medidas adecuadas y en grupos reducidos, pero no hubo respuesta.
“Agradecemos que se preocupen por la salud, pero lo económico tampoco se debe dejar de lado, en ese momento nos dieron algunas despensas, pero no hubo ninguna solución”, expuso.
Agregó que de acuerdo con la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales, en 2019 había 3 mil 263 tiendas en el país que daban empleo a 242 mil 350 personas y estarían afectadas de 50 mil a 60 mil personas; en el caso de Mérida, son unas mil 500 personas afectadas y unas 3 mil en todo Yucatán. Acompañado de sus compañeros, Yolanda Bochas y Víctor Guzmán, expuso que el 21 de enero pasado en Saltillo, Coahuila, se autorizó el regreso al trabajo a empacadores adultos mayores, por lo que dijo también se puede hacer en Yucatán.
“Muchos compañeros pasan por una situación muy angustiante, emocional y económicamente. Algunos otros han fallecido por COVID-19 y por otros problemas de salud; es una situación muy complicada y las autoridades deben tomar conciencia de la magnitud del problema en que estamos sumidos”, dijo.
Agregó que es bueno que se les quiera proteger su salud, pero “encerrados en casa nos vamos a morir de hambre, no habrá la posibilidad de salir adelante en nuestros compromisos y en la vida; la solución viable es regresar a trabajar con todas las medidas, incluso si ya tenemos la vacuna salvamos la situación, pero hace falta voluntad política”.
Sobre la posibilidad de que el gobierno les pueda dar algún tipo de apoyo, dijo que éste es bienvenido, pero que para ellos lo más digno es regresar a trabajar.
“Los apoyos son bienvenidos, pero creemos que lo más digno es regresar a trabajar y por nuestro trabajo sacamos adelante nuestra vida y compromisos; o fundamental es recuperar el trabajo pues hay que tienen pensión del Gobierno Federal o del IMSS o Issste, pero son mínimas. Realmente, la solución contundente sería que regresáramos a trabajar”, expuso.
Es “Viene Viene”
Doña Josefina narró que no tiene ingreso ni quien la ayude. Cuando era empacadora tenía un ingreso, pero ahora se ha quedado hasta 15 días sin luz por no tener para pagar el servicio
“Luego de estar 8 horas en el estacionamiento, de ‘viene viene’, sí se me hinchan mis rodillas, porque ya tengo 71 años, y siento el cansancio, estoy asoleada, pero llego a mi casa y hay para el frijol, hay para el huevito, café, azúcar y me siento aliviada, pero es difícil esta situación y pido que nos ayuden para regresar a trabajar”, dijo, la señora Josefina Vázquez.
Al igual que sus compañeros, que tuvieron que buscar algún empleo para subsistir, ella encontró la oportunidad como acomodadora de autos o “viene viene”, labor que dijo es difícil y no sólo por el cansancio, sino porque no todos dan propina e incluso hay muchas personas que son groseras y los maltratan.
“Estoy trabajando de ‘viene viene’ porque no nos daban trabajo en ningún lado, porque nos ven grandes y ya no nos quieren dar trabajo; fueron 10 meses terribles para nosotros, porque no había entradas de nada. Con esa poca ayuda que teníamos los primeros dos meses más o menos solventamos y ya luego no, vivíamos de puro regalo”, expuso.
Dijo que en su caso tiene que pagar renta, luz, agua, gas, y no tiene quien le ayude. Tiene una entrada de la pensión del Gobierno Federal del programa “68 y más” pero los 2 mil 600 bimestrales es muy poco. “Yo les digo a mis compañeros que recibo ese dinero y a las 2 horas ya se acabó, porque tengo que pagar todo, a veces paso hasta 8 o 15 días sin luz porque no hay de dónde pagarlo. Además, me ha llegado el recibo de luz de hasta mil pesos y he ido a reclamar, pero me dicen que no hay nada que hacer”, dijo.
“Me quedo sin luz muchos días, hasta que me llega el apoyo”, reiteró. Doña Josefina dijo que sus hijos la ayudan a veces, pero muy poco y sobrevive con lo que le regalan sus vecinos que le dan algo de comer, pero dijo que no le van a pagar sus gastos y por ello reiteró que necesita volver al trabajo.
Dijo que, además, cuando ella perdió el trabajo también la mayoría de sus familiares, sus hijos, perdieron el suyo por la pandemia.
“En el estacionamiento pues sí me canso mucho, pero al menos me deja trabajar el gerente porque no dejaban que las mujeres lo hicieran”. “Me duelen las rodillas, porque ya tengo 71 años y con 8 horas de estar parada es obvio y lógico que me amuelan las rodillas; el otro día tuve que pedir permiso para poder descansar dos días para poder recuperarme un poco”
“Son cosas que, aunque sea así, cojeando, así me iba a trabajar para poder tener algo para comer”, expuso.
SY