A raíz del relajamiento de las medidas de prevención, los contagios de COVID-19 en este municipio se mantienen al alza, así lo manifestó el alcalde Manuel Flores López, y añadió que debido a eso se tomaron medidas como la restricción social y sobre todo quedarse en casa, pero tal parece que la misma población no apoya.
A pesar de que el pasado 8 de marzo el Cabildo autorizó el cierre de parques y otros espacios públicos como medida para contrarrestar el aumento en el número de contagios en el municipio, las personas más vulnerables hacen caso omiso a la disposición oficial, pues se les ve reunidas en amena plática en diferentes puntos del centro del municipio a vista y paciencia de la Policía Municipal.
El pasado 6 de marzo, el primer edil dio a conocer que unos 40 casos de COVID-19 se generaron al realizarse un festejo en un templo cristiano, donde participó supuestamente una persona con el virus, a raíz de eso se emitieron las nuevas disposiciones y el confinamiento de cuatro familias.
El presidente municipal señaló que el repunte del coronavirus es alarmante, a la vez que están esperando que transcurran los 14 días establecidos para saber cuántos casos positivos más saldrán a la luz por el relajamiento social.
Tal parece que estas cifras ya no alarman a la población que baja la guardia, a pesar de los señalamientos de la autoridad municipal y sanitaria de acatar las normas previamente decretadas para controlar y prevenir la propagación del SARS CoV-2.
El pasado 9 de marzo se anunciaron una serie de sanciones para los comercios y ciudadanos que no cumplan con los protocolos de Salud; asimismo, se informó a la comunidad que se llamará la atención a todo aquel que no porte el cubrebocas adecuadamente.
Nuevamente insistió en que no hay que bajar la guardia, pero muchos siguen realizando sus actividades de manera normal, disfrutando sus ratos de ocio como si fueran inmunes a este mortal virus.
SY