Los dispensadores de jabón líquido de los lavamanosubicados en el centro de la ciudad, ya no proporcionan este insumo; en su lugar se llenan con gel antibacterial.
De acuerdo con usuarias, aunque esta es una buena estrategia, el hecho de que estén sucios y no tengan el jabón a disposición es algo antihigiénico.
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Las mujeres refirieron que sí se percataron de que no es jabón lo que está en el despachador. “Por eso no lo agarré”, apuntó una entrevistada, quien agregó que “todo mundo agarra la manija para abrir el agua y el despachador del gel antibacterial, te lavas las manos y la cierras, y ahí está la cosa, mejor nomás me enjuagué bien las manos”.
Otra de las usuarias comentó: “Les hace falta que estén más pendientes, cuando paso por los filtros a veces no hay agua, supuestamente es el sanitizante, por eso yo tengo el mío, porque tampoco es muy confiable. Yo creo que solo es agua, no lo que debe traer realmente, ese es mi punto de vista”.
También apuntó que la estructura está sucia y eso es antihigiénico. “No lo agarré por lo mismo, porque mira, ahí está bien sucio, y no hay jabón; mira, falta más higiene y eso la verdad nos perjudica a todos”, expresó, tras enjuagarse las manos en uno de los lavamanos ubicados en el parque Eulogio Rosado.
En el lavamanos que se ubica en la esquina de las calles 60 por 65, uno de los dispensadores no tiene nada, mientras que el otro brinda gel antibacterial.
Sobre el uso de estos espacios, un vendedor de la zona, aseguró que ya no les ponen jabón. “Es una porquería, se lavan la cara, la boca, los hombres escupen en la llave, por lo cual –apuntó- “es muy antihigiénico”.
Los lavamos de las calles 63 por 56 también se encuentran sucios, a un dispensador le falta la tapa y le pusieron papel de baño en pedacitos al gel antibacterial; el otro después de tres o cuatro intentos sale un poco de gel.
Según los locatarios del rumbo, “están sucios, son antihigiénicos, ya no los usan”. Aunado a ello, el que provee del líquido ha sido vandalizado y quitaron la lona que lo cubría.
Finalmente, en los lavamanos de la confluencia de las calles 64 por 67, dos mujeres que se enjuagaron las manos reconocieron que no tiene jabón, el despachador por lo cual no lo utilizaron, además una de las llaves tiene una gotera permanente.
La iniciativa se inició desde mediados del año pasado con el fin de evitar la propagación del COVID-19 y proteger la salud de las y los meridanos, mediante acciones preventivas como la instalación de lavamanos, casetas y túneles sanitizante en diferentes puntos del Centro Histórico.
SY