Después de un “puente” que otorgó la derrama económica esperada para comerciantes y trabajador del sector turístico del puerto, este mismo grupo se encuentra a la expectativa de alguna declaración por parte de las autoridades pertinentes para poner fin al rumor que indica que las playas serían cerradas el próximo domingo por la noche, para hacer la reapertura cuando haya finalizado la Semana Mayor.
“Nos quitarán absolutamente todo, otra vez las autoridades no se dan cuenta del daño que nos harían, hay otros sectores como transporte o hasta dentro de la misma política, donde hay también un serio amontonamiento con riesgo a contagiarse pero nadie hace nada en esos rubros”, argumentó el joven músico Rafael Tzab Acosta, quien acostumbra recorrer el puerto y sus comisarías con su guitarra en la espalda.
Los rumores, tal como se mencionó, apuntan a una clausura momentánea el día 21 de marzo, debido a la falta de usos de protocolo de sanidad y práctica de la sana distancia, tanto en bañistas locales e internacionales, como en familias locales que acuden sin cubrebocas a la playa.
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Otros anuncios no oficiales que se han propiciado entre los mismos trabajadores del rubro es que no habría actividades por diversos trabajos que tendría la prolongación “Romeo Frías Bobadilla”.
“Con la pandemia no es de esperarse, también con los planes que se tengan para mejorar la imagen de nuestro sitio laboral, varios ‘vecinos’ platican con nosotros para saber nuestra opinión o para indagar sobre si sabemos alguna actualización del cierre, pero estamos al igual que ellos, esperando que alguien nos saque de la ansiedad que nos causa esperar noticias nuevas y a favor”, externó Wilmer Pérez Godoy, trabajador de un puesto dedicado a la renta de camastros.
Los esfuerzos por parte de las autoridades municipales han sido varios, pues las medidas han ido desde un operativo sorpresa a cargo de la Guardia Nacional, Protección Civil y la Secretaría de Salud, hasta las rondas a pie que hace la Policía Municipal a cargo de Emilio Caamal Gutiérrez para exhortar a los asistentes del primer cuadro del puerto a portar el cubrebocas, en caso de no contar con el artículo, se les obsequia.
Lamentablemente se han registrado varios desagradables encuentros entre los agentes policiacos con turistas en estado de ebriedad que se niegan a usar el aditamento, aunque se les explique que es por su beneficio.
Los comerciantes, aseguran que han tenido que hacer una inversión mensual de alrededor de 1,500 pesos entre gel sanitizante, spray desinfectante, lentes protectores, jabón líquido, cubrebocas y en algunos casos hasta guantes de látex, para que los inspectores den fe de su buen manejo.
“Ellos no se quieren cuidar, es su problema, nosotros sí vamos a tener un serio problema si nos dejan sin trabajo, es muy difícil buscar un empleo por diez o quince días que vaya a durar la suspensión, eso no se ponen a pensar quienes nos quieren volver a arrebatar las playas”, manifestó una comerciante de frutas con chamoy que sólo se identificó como “Lucy”.
Haciendo uso de las normas mencionadas, los pequeños empresarios también corren con riesgo de sufrir una sofocación, ya que la mayoría recorre a pie y charola en mano, toda el área de arena en busca de clientes, orillando a los comerciantes a soportar varias horas bajo el Sol.
En el caso de los restaurantes, se ha tenido un avance significativo en producción y ventas, según afirmaron varios propietarios, sin embargo, gran parte de la comunidad progreseña aplaude que se refuercen con todos los aditamentos necesarios, desgraciadamente la saturación de comensales los obliga a dejarlos afuera de sus instalaciones, sin uso de la sana distancia.
“Yo prefiero venir a comer entre semana al mar, un lunes o un martes sin gente de a montón, aunque me descuenten el día, vale la pena traer a la familia sin pasar riesgos como en un sábado o domingo”, comentó José Briceño Orellana.
Otro dato a resaltar por parte de quienes viven del turismo, es que han doblado turnos, aprendido algunos oficios, se han acercado a las redes sociales o han empleado la técnica de ahorro para poder armar un pequeño “colchón” si ven sus puertas cerradas en lo que sería el segundocierre de playas en Progreso y sus puertos cercanos.
Se espera que en estos días la Secretaría de Salud emita alguna declaración respecto a este rumor o por los llenos totales que ha tenido el malecón desde su reapertura a mitad del mes pasado.