Los adultos mayores que trabajaban como “cerillitos” o empacadores en los supermercados llevan un año sin poder laborar, lo que ha significado un duro golpe para su economía y la de sus familias, además de exponerlos a mayores riesgos ante la necesidad de conseguir empleo.
Estas personas consideran que el plan de reactivación económica contempló otros giros, incluyendo algunos no esenciales como bares, restaurantes y cantinas, incluso el regreso de la Bici-ruta, mientras que a ellos no los han considerado.
El caso de Canché
Edilberto Canché, de 68 años, asegura que perder su empleo ha significado carencias en su vida y en la de su esposa, ya que ambos eran “cerillitos” en los supermercados y dependían de esa entrada de dinero.
“Luego de perder mi trabajo, salí a buscar empleo y por mi edad nadie me lo da, me contestaban: “anda a cuidar a tus nietos” y yo les contestaba: “¿Quién me mantiene a mí y mi familia?”, dijo Edilberto.
Buscando tener la oportunidad de trabajar que le fue negada, Canché juntó el poco dinero que le quedaba y compró un poco de materiales y tuvo que aprender de cero a ser carpintero.
“Compré mi pequeña sierra y con eso -relató- empecé a darle en la casa; cada día trato de superar mi trabajo y con eso ayudo a mi familia. Aprendí a hacer bancas, sillas, sillas para bebé y mesitas. No es fácil, porque nadie nos ayudó ni para comprar las cosas que necesito para hacer este trabajo”.
Llamado a autoridades
Ante esta situación, el senador Jorge Carlos Ramírez Marín hace un llamado a las autoridades competentes para que revisen sus planes de reactivación económica, con vistas a que se incluya a los sectores más vulnerables y su impacto sea más justo, equitativo y efectivo.
El legislador yucateco sostuvo un encuentro con personas de la tercera edad que se dedicaban a empacar productos en supermercados, pero que desde hace un año se han visto obligados a trabajar en las calles.
“Están pasando por una situación sumamente complicada. Es muy simple: no tienen chance, permiso u oportunidad de trabajar”, indicó el político yucateco.
“Con solamente su pensión tratan de sobrevivir, porque su principal fuente de ingresos era el trabajo que tenían como ‘cerillitos’ y ya no lo pueden hacer, toda vez que la autoridad dispuso que es un riesgo para ellos”, agregó.
Ramírez Marín gestionó la entrega de despensas a un grupo de empacadores para apoyar en la economía de sus familias, además de comprometerse con este sector para que lo más pronto posible las autoridades puedan fallar a su favor y recuperen el empleo que tanto necesitan.
SY