Yucatán

Patriarcado daña la salud en los hombres, advierte especialista

El especialista Julián Fuente, señala que el patriarcado son un castigo en el aspecto físico y emocional
La negación emocional lleva a la violencia que se produce contra mujeres y hombres, indicó Julián Fuentes representante de Hombres por la igualdad de género / Edwin Aguilar

Los privilegios que se adquieren en el patriarcado, en realidad son un castigo, que, al deshacerse de ellos, se obtiene salud, tanto física como emocional, señaló Julián Fuentes Reta, representante de la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género (AHIGE), en Madrid, en una entrevista para POR ESTO!.

Expresó que, aunque normalmente se presentan actitudes propias de ese sistema como un acto de rebeldía, en realidad esta manifestación debería ser rompiendo el pacto y experimentar el diálogo entre amigos, la expresión de las emociones, la crianza, los cuidados hacia los padres de familia en su adultez mayor, y reconocer la importancia de los mismos, que de una mayor esperanza de vida. 

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“Los privilegios son una trampa de la masculinidad, de la violencia, de la soledad, es renunciar a los cuidados y por tanto renunciar a las experiencias vitales como por ejemplo las paternidades y muchísimas más cosas”, expuso el integrante de la asociación.

Invitó a los hombres, como primer paso, a hacer una revisión de sus relaciones con los varones de sus familias, para ser verdaderos amigos, desde un sentido colaborativo.

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“¿Eres capaz de comunicarte con tus amigos varones? ¿Eres capaz de comunicarte en grupo? ¿Eres capaz de denunciar las agresiones emocionales y físicas que se producen entre los propios varones y por tanto las que se producen hacia las mujeres?”, sugirió cuestionarse a uno mismo, con lo que instó a renunciar a la competitividad.

Aseguró que todo nace de ser consciente de que la lucha del feminismo viene desde el siglo XIX, por lo que ahora los hombres también están comenzando a luchar por la misma causa, pero desde donde les corresponde. “No se trata solo de ellas, ¿tú vives bien?, ¿tú te cuidas?”.

“El patriarcado normativo lo que implica hacerte aliado de una violencia sistémica que se ejerce contra las mujeres y que también se ejerce contra los hombres porque es el mandato de la violencia o de la incomunicación emocional; nos convierte en potenciales agresores continuamente”, expuso.

Con ello, agregó que no existe ninguna predisposición biológica para ello, como se ha contado; por lo que se debe comenzar con el reconocimiento de las emociones y el rechazo de la violencia.

Indicó que dos de los mandatos del patriarcado que considera que verdaderamente lastiman a los hombres son: la violencia o solución de conflictos a través de la agresividad y la iniciativa o liderazgo que jerarquiza las relaciones. “Los hombres hacen equipo para pelear con otros hombres, pero nunca existe ese rango colaborativo en los cuidados”.

Apuntó que es precisamente la negación emocional la que lleva a que la violencia y agresión, se produzca contra las mujeres, pero también entre los hombres, pues la tasa de incidencia entre hombres que asesinan a otros hombres es altísima. “Y parece que todo mundo da por hecho que los hombres tenemos que relacionarnos así”.

Expuso que esta situación se agrava porque la violencia se extiende hacia la criminalidad, entre hombre, hacia las mujeres, plantas y animales, por lo que sería lo primero a rechazar.

 

“Es una trampa, ¿de verdad merece la pena tener el privilegio si a cambio tienes que entregar tu vida?”, expresó.

Profundizó que los hombres tienen la mayor incidencia de drogadicción, así como a las enfermedades mentales y una esperanza de vida más corta. “Vivimos menos porque no vamos al médico, porque somos hombres y tenemos que demostrarlo, porque no cuidamos de nosotros mismos y de nuestros amigos”.

Puntualizó que incluso en los grupos dentro de la asociación reconocen que esos supuestos privilegios en realidad les están haciendo daño, aunado a ello, es una tarea continuar trabajando por los derechos humanos de las mujeres.

Además, indicó que tienen que dejar de ver como denigrantes las tareas del hogar e involucrarse en los cuidados de las y los hijos. “Renunciar a esos privilegios y volver a tomar el control de tu vida, ser autónomo, aprender a cuidarte y a cuidar”. Afirmó que con esto la esperanza de vida se incrementa.

Dejó en claro que los hombres son machistas por la forma en que han sido educados y que es algo que les cuesta mucho reconocer, por lo que suelen escudarse diciendo “pero las mujeres también”; sin embargo, dijo que ahora les toca mirar hacia adentro para revisar lo que está pasando con ellos mismos.

“Nosotros no vamos a perder nada, lo que vamos a ganar es calidad de vida, vas a vivir más años, vivir una vida emocional muchísimo más centrada y además vas a ser capaz de compartir; no vamos a perder ninguna capacidad, vas a ganar en tu vida diaria”, expresó Fuentes Reta.

Pidió valentía hacia los hombres para no seguir el mandato y no ser un mandado más, ya que cuando piensan que son rebeldes y siguen su propio camino, pero están siguiendo las reglas del patriarcado y el machismo, es lo que hacen. “La verdadera rebeldía es negarte a seguir el mandato patriarcal”.

Cabe mencionar que, en Yucatán, lo señalado por Fuentes Reta se hace evidente en las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), siendo que entre el 2017 y el 2019, el promedio de suicidios de hombres fue 81.13 por ciento mayor que en el caso de las mujeres; siendo que, en 2019, se suicidaron 198 hombres y 47 mujeres, con una incidencia mayor en los masculinos del 80.82 por ciento; en 2018, 195 hombres y 40 mujeres, presentando 82.98 por ciento mayor prevalencia por parte de los hombres y en 2017, 152 hombres y 39 mujeres, evidenciando un porcentaje mayor del 79.58 por ciento en hombres. 

De igual forma, se tiene un registro de homicidios hacia 42 hombres e 2019, 49 en 2018 y 39 en 2017, lo cual también sustenta lo manifestado por el representante de AHIGE.

Asimismo, la violencia contra las mujeres en el estado tiene una incidencia del 66.8 por ciento, superando la media nacional que se registra en 66.1 por ciento según la última Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2016.

Además, se presenta un 45.2 por ciento de violencia contra las mujeres por su pareja actual o la última que tuvieron, entre las mujeres de 15 años o más; considerando que la severidad de la violencia prevalece en un 12 por ciento catalogada como leve, 36.5 por cierto moderada, 27.1 por ciento severa y 24.2 por ciento muy severa.

SY