Milú Sauri, representante de RUDAS, comunidad femenil ciclista de Yucatán y secretaria de la Asociación de Ciclismo de Yucatán, apuntó que, en la Ciudad de México, según el INEGI, el 12% de los ciclistas son mujeres; sin embargo, en Yucatán el porcentaje alcanza el 40%, ya que las poblaciones rurales la usan como medio de transporte. En la ciudad de Mérida, cada día va en aumento la cantidad de ciclistas recreativos, de los cuales, el 30% corresponde a mujeres.
La activista señaló que la bici, en el siglo XXI, ha representado para las mujeres libertad y nuevos horizontes, pues es un elemento de autonomía que incrementa la equidad y otorga accesibilidad como medio de transporte. A pesar de ello, indicó que, se sufre doble violencia: de género y vial.
Por su parte, Flor González Velázquez, quien es ciclista precursora de CicloTurixes y psicóloga, también señaló a la bici como un medio para disminuir el estrés, aumentar la actividad física y, con ello, la salud, pues ella misma vendió su automóvil y tomó la bici como medio de transporte desde hace 5 años; desde su conocimiento como psicóloga, dijo que, con este medio se contribuye a la generación de neurotransmisores que dan felicidad.
Cabe mencionar que este 8 de marzo las mujeres saldrán a las calles “sobre ruedas”, como manifestaron, con el objetivo de realizar una marcha en conmemoración del Día de la Mujer.
El flujo de ciclistas en las calles aumentó los percances, por consiguiente, se presenta mayor necesidad de protección para quienes transitan en este medio, apuntó Milú Sauri.
“La ciclovía es una gran alternativa para brindar seguridad a nosotras las ciclistas; como mujeres, en ocasiones nos enfrentamos a faltas de respeto, mientras pedaleamos, por parte de algunos conductores de automotores”, expresó.
Abundó que otorgar esta seguridad es imprescindible, porque los conductores del automotor suelen ver al ciclista como un estorbo, lo que ha creado una dinámica de convivencia difícil y ofensiva por parte de ambos actores de la vialidad.
“En Yucatán, hasta hace poco existía de manera más marcada la violencia silenciosa en el ciclismo, es decir, en las carreras no estaba considerada la categoría femenil, y quienes queríamos competir, teníamos que conformarnos con ser incluidas en alguna categoría de hombres. Y si lográbamos ganarles era casi imposible subir al podio”, externó.
No obstante, comentó que gracias a que actualmente existen campañas de inclusión, han logrado que se integre por lo menos una categoría única femenil, en donde compiten desde las jóvenes hasta las categorías máster, que son mujeres entre 40 y 50 años en adelante.
“Espero que pronto logremos ampliar las categorías, como en el caso de los caballeros, que tienen desde categoría novatos hasta Master D”, puntualizó.
Por otro lado, González Velázquez, quien hace aproximadamente cuatro años decidió vender su auto y moverse en bicicleta para contribuir a evitar el cambio climático, opinó que incluso las empresas deberían considerar este medio de transporte y colocar regaderas para los empleados, ya que generaría una mejor actitud de como sociedad.
“Los empresarios no han visualizado que la gente sí quiere llegar temprano a sus centros de trabajo”; sin embargo, dijo que muchas veces la gente se retrasa por las largas esperas para subirse al transporte público.
“Me di cuenta de que, con el cambio climático, era muy importante tomar acciones y si no poníamos el ejemplo la gente de alrededor no iba a reaccionar”, expresó.
Asimismo, compartió que al subirse a la bici descubrió que se puede tener una mejor movilidad y que, a pesar del calor, los árboles contribuyen a aminorarlo. “Si no hay una movilidad más sana para el ambiente no va a haber un cambio”.
Expuso que estar en el coche tanto tiempo provocó que viviera con estrés y es algo que ahora percibe, cuando los automovilistas quieren meterse y pasar primero. “Creo que la bici puede salvar del estrés y de la ansiedad”.
“Se ha comprobado desde hace 30 años que la bicicleta rejuvenece porque obligas al cuerpo a generar todos los neurotransmisores de la felicidad como la dopamina y la serotonina, y exige al cuerpo a regular que tengas una buena hidratación”, comentó.
Además, aseguró que también con esto se contribuye al cuidado personal, siendo que comienzas a protegerte del sol, tomar agua y alimentarte mejor.
Señaló que es necesario que exista un cambio de actitud por parte de toda la población, pues independientemente de su medio de transporte, si no se aporta con un granito de arena para evitar la contaminación, en 10 años comenzará la escasez de agua, además de otras consecuencias.
Por otra parte, manifestó que le ha tocado vivir la doble violencia que también Milú Sauri expuso, siendo que ha vivido circunstancias desde agresiones verbales hasta nalgadas.
“Hubo un tiempo en el que incluso viví un estrés postraumático, porque ya tenía miedo de salir y que me volvieran a agarrar la nalga”, señaló.
A pesar de ello, compartió que siempre intenta que su ropa y todo lo concerniente a la bicicleta expongan que es mujer, ya que “es un estereotipo que la mujer no puede transitar sola”.
Añadió que en el transporte público suele haber hombres que se masturban viendo a las mujeres o se les untan, lo que es una agresión. “Veo en la bicicleta una manera de no necesariamente estar cerca de ellos. Es una forma de hacerte notar y que te respeten un poco”.
De igual forma, Lorena Goa, desde su posición como creadora de un grupo global de mujeres ciclistas, cuestionó a las mujeres sobre cómo la bicicleta ha transformado su vida, con lo que obtuvo que el vehículo no motorizado ha resultado su aliado.
“Cada vez que algo me preocupa agarro mi bicicleta y me voy a dar una vuelta”, comentó una de ellas.
“Me ha ayudado a ser menos aprehensiva con los problemas y me ha subido mucho la autoestima”, dijo otra.
“Perdí el ojo derecho y dejé de andar en bici porque a mi mamá le daba miedo, crecí con muchos temores e inseguridades por eso, pero desde que empecé a andar en bici, logré sentirme más segura de mis capacidades y sé que nada me queda grande, aunque me cueste”, compartió otra.
Compartió muchas historias, de mujeres que han encontrado una estrategia para dormir mejor, para superar la ansiedad y depresión, así como apreciar el camino, conocer gente, incrementar su seguridad, y disfrutar más de las cosas.
Dado el impacto que ha tenido la bici para las mujeres, este 8 de marzo han convocado a una “marcha sobre ruedas”, iniciando desde el Parque de Santa Ana a las 5:30 de la tarde y finalizando para la concentración a las 19 horas.
Cabe mencionar que en la invitación especificaron que es importante respetar las medidas de prevención contra el COVID-19, así como protegerse con chaleco reflejante, luces, casco y rodilleras.
SY