En medio de penosos incidentes por la mala organización que se tuvo por parte de diferentes dependencias municipales, estatales y militares, ayer lunes comenzó la primera jornada de vacunacióncontra el COVID-19 para la comunidad de la tercera edad, misma que denunció el hacinamiento que sufrieron y que provocó hasta varios encontronazos con elementos de la Marina, que poco pudieron hacer para combatir a los abuelitos; la mayoría, a causa de la desinformación, llegaban con sus familias en busca de ser inoculados aun cuando no habían recibido el respectivo mensaje por parte de los Servidores de la Nación.
La llegada de los beneficiarios se dio desde las 5 de la mañana a las puertas del Cessa, sin embargo, tuvieron que esperar cerca de dos horas y media para que empezara el acceso.
Varios personajes de la política local estuvieron también presentes en la sede de Yucalpetén, como ejemplo, estuvo el regidor de Pesca, Mauricio Pardío Cortez, quien, como dato curioso, no pudo ingresar pese a insistir varias veces, al final se dirigió a la otra sede, la Escuela Secundaria “Carlos Marx”, donde ya estaba esperando ser inoculado el ex alcalde José Isabel Cortés Góngora.
Poco a poco, la molestia fue expandiéndose entre los presentes, pues aparte de mantenerse en el Sol, los Servidores de la Nación empezaron a confundir el orden, incluso varios auxiliares no sabían qué responder ante las dudas que empezaban a lanzarse conforme pasaba el tiempo.
“Mi familia me inscribió en Internet y en el Palacio Municipal, pero ni siquiera así me dieron una respuesta afirmativa; aquí ahora no hay mucha gente, pero no me confío, el virus está en todas partes”, expresó Rodrigo Román Rodríguez, de 77 años.
A las 7:30 horas por fin se dio paso, siendo Jesús Pisté Pool y su esposa, Eugenia Madera, los primeros en ingresar al toldo donde los abuelitos serían entrevistados y les sería pedida su identificación oficial.
En este punto, incluso había cierto descontento entre los auxiliares, pues algunos dejaron pasar a familiares de la gente que tenía problemas para caminar; quienes llegaron en sillas de ruedas tenían un espacio a un costado para su tiempo de espera.
Por su parte, quienes iban en busca de la vacuna contra la influenza que se otorga de manera gratuita en el Centro de Salud o que iban en busca de algún estudio, se toparon con la sorpresa de que por una semana quedarían suspendidos todos los servicios médicos.
El primer vacunado
Alrededor de las 8:30 de la mañana llegó el presidente municipal, Julián Zacarías Curi, para acompañar en el interior a la directora de Salud, Harly Vanesa Alcalá Díaz; al epidemiólogo Ramsés Moguel Menéndez y a la administradora del lugar, Karina Cobos Villanueva.
“Hoy estaremos vacunando hasta las 8 de la noche, tenemos 1,000 dosis para esta sede y en la otra habrá 500”, afirmó Ramsés Moguel.
Finalmente, la primera persona en recibir los anticuerpos fue Pedro May González, de 65 años y originario del puerto de Chuburná, el beneficiario llegó con su esposa y suegros.
“Me sentí nervioso, la verdad, hasta pensé que me pasaría algo o que me daría calentura al instante, pero después de que me mantuvieron en observación no pasó nada y ahora estamos contentos, sólo pido que se siga cuidando la gente, eso es lo que nos dicen bastante en las pláticas informativas para conocer la vacuna”, dijo.
El protocolo para el ingreso consistió en toma de temperatura, aplicación de gel y desinfección con un dispositivo en aerosol; luego se les sometía a toma de presión arterial, si todo marchaba bien esperaban en las bancas habituales en la sala de espera del nosocomio. El último paso, luego de la inyección, era esperar media hora en una sala para que los profesionales de la salud anotaran cualquier reacción extraña, si todo estaba en orden se les daba salida por el área de Urgencias.
En este espacio no se tuvo mayor inconveniente, sólo una septuagenaria, que dijo llamarse Fenaida Castro, tuvo que ser ayudada por el personal en turno debido a que se sintió mareada y con dolor de cabeza.
Mediodía de caos
A la una de la tarde comenzó una debacle en el orden de ingreso, a pesar de que ambas sedes contaron con personal de la Marina Armada de México, la Dirección de Salud Municipal, la Secretaría de Salud, Policías Municipales y Protección Civil Municipal, poco pudieron hacer ante los reclamos y el hacinamiento en que se tenía a varios adultos mayores.
“Es una desgracias lo que está pasando, no entiendo cómo no se dan cuenta del daño que nos hicieron, pero la culpa también recae en la misma ciudadanía que no está consciente del daño que puede hacerse estando juntos reclamando”, exclamó Martha Tapia.
La confusión se dio por varios motivos: muchos abuelitos desconocían que ese día se iba a llevar a cabo la aplicación de vacunas, otros afirmaron no recibir llamadas y llegaron con familiares para pedir su ficha; de igual manera se presentaron ciudadanos de Mérida y residentes extranjeros que no fueron vacunados.
Cabe mencionar que un gran número de adultos mayores incluso encararon a gritos a los marinos, esto tras la desesperación de ver a varios de sus contemporáneos desplomarse por permanecer esperando bajo el Sol, afortunadamente quienes sufrían los embates de las altas temperaturas fueron atendidos por paramédicos y quienes estaban formados en las largas filas recibieron botellas de agua por parte de los militares.
La molestia también recayó porque, según varios testigos, los Servidores de la Nación cometieron pifias y les dieron a varios presentes las fichas de acceso y no respetaron lugares.
La modalidad que usaron muchos fue acudir a inscribirse al Palacio Municipal, sólo para recibir la noticia de que en el Cessa serían vacunados, la sorpresa era aún mayor cuando llegando al inmueble les decían que esperaran bajo el Sol hasta las 5 de la tarde o llegaran al día siguiente a primera hora.
“Yo creo que esto está muy mal organizado, unos te dicen una cosa y otros de plano no saben qué contestar; me hubiese gustado que se montaran tres módulos: uno para quienes recibieron la llamada, otro para quienes contaban con todo, menos la ficha, y otro para aquellos que no se han inscrito. También se olvidaron de tener algún audio o cartel donde indicaran las instrucciones, así no habría motivo de tanta discusión”, afirmó Darío Campos Manrique.
Aproximadamente a las 3 de la tarde, en ambos puntos, empezaron a retirarse quienes no recibieron la tan esperada ficha, quedando su cita para ser inmunizados el día de hoy, sin embargo, varios de los voluntarios les recordaron traer todos los aditamentos para implementar los protocolos de prevención.
Las vacunas fueron aplicadas hasta las 8 de la noche, este mismo horario se tendrá para los siguientes días de la semana, siendo el viernes la última jornada para otorgar este beneficio.
Las autoridades presentes pidieron no acudir a ningún centro de atención si no les han comunicado por teléfono o vía correo electrónico la fecha de su cita.
SY