Yucatán

Los 'hombres de mar' señalaron que es un trabajo difícil y costoso, el cual no ha dado un buen resultado durante la temporada

Al atracar en el puerto de abrigo de Sisal, los pescadores se ven cansados y con la piel curtida por el sol y el agua salada después de tres días en el mar en busca del cardumen de mero, cuya temporada inició en este mes de abril.

Los pescadores Carlos Enrique Pérez, Braulio Cua y Saúl Borges explicaron el hecho de que finalice la veda del mero y comience la temporada de captura del mero“rojo”, una de las especias más codiciadas en las costas yucatecas, no significa que sea bonanza, o que las cosas están fáciles, ya que hemos estado viajando durante varios días en el mar en busca del cardumen y hasta la fecha no hemos tenido resultados positivos, pero estos viajes significan riesgos y gastos, los riesgos son a causa de los fuertes vientos que están soplando en estos primeros días de abril, lo que hace que expongamos nuestra seguridad, recordando lo ocurrido en el puerto de Celestún la semana pasada cuando tres pescadores quedaron a la deriva en el mar.

Imagínese, dicen los pescadores, cómo se siente el calor en el mar y si estás entre el agua salada nos estamos cocinando como ceviches, a esto póngale los fuertes vientos en las tardes y las noches, en plena oscuridad y lejos de casa, no es fácil.

Por otra parte, comenta que en su busca del cardumen de mero se alejan de la costa más de 100 kilómetros consumiendo gasolina de ida y vuelta, más los gastos de carnada y víveres para tres días. Así que tenemos que conseguir algo de producto aunque sea para recuperar los gasto y algo de pescado para la familia.

Al atracar en el puerto de abrigo los pescadores dedicaron a filetear el producto de su duro trabajo y seleccionaron los pescados según su especie y tamaño, carito, robalo, mero rojo y comentaron: “estamos cansados y sólo deseamos llegar a casa, un baño de agua dulce y dormir un poco, también saber cómo está la familia”.