De acuerdo con información proporcionada por Protección Civil, a partir del jueves 22 de abril, en Yucatán se registrarán días brumosos y atardeceres rojizos, debido a los gases que el viento transporta del volcán “La Soufrière” ubicado en la Isla de San Vicente, perteneciente a las Islas de Barlovento (Antillas Menores). Esto también podría causar lluvia ácida en la entidad.
La lluvia ácida es una de las consecuencias de la contaminación atmosférica. Los gases procedentes de la quema de combustibles reaccionan con el oxígeno del aire y el vapor de agua, transformándose en ácidos que se depositan sobre la superficie terrestre a través de las precipitaciones.
Este fenómeno puede ocurrir por contaminantes naturales, como las erupciones volcánicas, los terremotos, los incendios, los relámpagos y algunos procesos microbianos liberan dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno a la atmósfera.
Sin embargo, es la acción humana la causante de la mayor parte de las emisiones de dióxido de azufre como consecuencia de la quema de combustibles en la industria y las centrales energéticas, así como de la mitad de las emisiones de óxidos de nitrógeno debido a los gases producidos por los vehículos a motor.
Consecuencias de la lluvia ácida
Los océanos pueden perder biodiversidad y productividad. La bajada del pH de las aguas marinas perjudica al fitoplancton, fuente de alimento de distintos organismos y animales.
El bajo nivel de pH del suelo y la concentración de metales como el aluminio impiden que la vegetación de bosques y selvas absorba el agua y los nutrientes que necesita. Esto daña las raíces, disminuye el crecimiento y vuelve a las plantas más débiles y vulnerables.
La lluvia ácida también puede dañar estructuras metálicas que estén al aire libre, como edificios, monumentos y autos.
Con información de Iberdrola
LAF