Buscar la innovación y atraer a nuevos clientes es uno de los objetivos que llevó a una tortillería local a sacar este producto propio de la alimentación de todos los mexicanos, pero ahora en atractivos colores.
La idea de realizar las tortillas de colores nació de Miguel Ángel Santana desde el 2002, cuando tomó un taller de capacitación con la empresa Maseca y aprendió cómo variar el sabor y la textura de la tortilla, pero en un principio declinó elaborarlas por temor a que no gustara a la gente un producto distinto al que conocía.
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Sin embargo, aplicó por primera vez sus conocimientos en la pintura de las tortillas en la fiesta de bautizo de su hija menor, y grata fue su sorpresa al ver la aceptación de la gente; ahora cada día son más las personas que piden sus tortillas de colores, sobre todo para eventos especiales.
Explicó que estas tortillas son elaboradas a base de maíz que se tiñe con colorantes vegetales de grado alimenticio, que los pueden encontrar en diferentes variedades de sabor como son al natural, la salada y la más destacada de chile y limón, de tamaño normal, y también se realizan en tamaño taquera, que son más pequeñas.
Cabe destacar que todos los productos son de origen natural y elaborados por medio de encargos. También ofrecen masa fresca del día, tostadas, totopos, codzitos y no podrían faltar las tostadas de colores y sabores.
Tras casi 40 años de servicio, la tortillería “La Carmita”, una de las pioneras que aún existe en Oxkutzcab, ofrece estos diferentes productos que dan a la comida tradicional un toque diferente.
Este local nace un lunes 31 de agosto de 1981 bajo la administración del matrimonio formado por Carlos Santana Góngora y Carmela Villarreal Domínguez y sus hijos, con la finalidad de buscar un mejor sustento, iniciando con un molino de madera y una máquina de tortillas en un establecimiento fabricado de madera y techo de láminas. Con el paso del tiempo, lograron construir un mejor local con materiales más resistentes.
El próximo 31 de agosto la tortillería “La Carmita” cumplirá 40 años de servicio ininterrumpido y 27 bajo la administración de la familia Santana-Cimé. Señalan que Miguel Santana y María Cimé constantemente han tomado cursos y talleres de actualización sobre la cocción del maíz para mejorar la calidad de su producto.
La tortillería hasta la fecha sigue cuidando sus procesos de elaboración como desde el primer día, desde la cocción del maíz que se compra a campesinos de los alrededores del poblado hasta la nixtamalización, cociéndolo con leña de la región y pasando por la molienda del nixtamal en molino de piedras de volcán.
SY